Sin Filtros; por Brenda Ramos
Esta semana estuvimos de trabajo por la zona sur. Nuestro recorrido comprendió Tampico, Madero y Altamira, además de muchas tazas de café, buenos momentos e información suficiente como para nadar en un turbulento río de tinta respecto a lo que sucede y acontece por allá. Y no sería una visita completa, si no nos hubiéramos dado la vuelta por playa Miramar, nuestro lugar favorito en todo Tamaulipas, aquel donde dejamos las preocupaciones, recargamos las pilas y afilamos las plumas para seguir escribiendo.
Fue algo triste, que justo el lunes en que visitamos Miramar, encontráramos la arena cubierta de lirio acuático, sobre todo porque al viaje de trabajo, nos acompañó nuestra pequeña hija que también está enamorada de esa maravillosa playa. Sin embargo, a diferencia de otras ciudades, donde la plaga de lirio acuático invade los ecosistemas y ha sido ignorada hasta por meses, en la playa, para el martes se habían intensificado los trabajos de limpieza, en los 5 kilómetros del área recreativa y aunque el lirio seguirá llegando pues es arrastrado por el río Pánuco, los trabajos de retiro no terminarán hasta lograr una limpieza total.
La rapidez y eficacia con que la playa fue limpiada refleja la alta calidad que Miramar ha sostenido a lo largo de los años, una calidad que una vez más ha sido reconocida con la entrega del Distintivo y Bandera Blue Flag por quinto año consecutivo. Este jueves, en un acto solemne en la sala de Cabildo, Rebeca Sánchez Mijangos, Gerente de Gestión Sostenible de Fee México, otorgó este reconocimiento al presidente en funciones, Armando Mar Martínez. Este premio no solo reconoce los esfuerzos continuos de la administración local, sino que también celebra a Miramar como el único destino playero en el Noreste de México que promueve una cultura incluyente y cumple con exigentes estándares internacionales en calidad del agua, gestión ambiental, seguridad y servicios.
La transformación y mantenimiento de Playa Miramar no solo responde a un esfuerzo por embellecerla físicamente tras incidentes naturales, sino que va mucho más allá, alcanzando reconocimientos que la destacan a nivel internacional. Playa Miramar no solo ha sido galardonada por quinto año consecutivo con el distintivo Blue Flag, un símbolo de sostenibilidad con sede en Dinamarca, sino que también se ha consolidado como uno de los mejores centros turísticos de Latinoamérica. Según Rebeca Sánchez Mijangos, Gerente de Gestión Sostenible en Fee México, lo que distingue a Miramar no es solo su belleza natural, sino la inclusión y accesibilidad que ofrece. Desde señalización en braille hasta sillas anfibias para asegurar que todos los visitantes, sin importar sus capacidades, puedan disfrutar plenamente de sus encantos.
Esta distinción no es poca cosa. Refleja un compromiso serio y meditado con la sostenibilidad y la inclusión, pilares que deberían ser norma, no la excepción. «Playa Miramar es el único destino en el Noreste de México que ofrece un servicio de tal excelencia», apuntó Sánchez Mijangos. Su liderazgo en accesibilidad la convierte en un modelo a seguir, demostrando que la excelencia no solo se mide en la cantidad de visitantes, sino en cómo se les acoge.
Miramar es una joya en el Noreste de México, que fue rescatada por Adrián Oseguera durante sus dos administraciones, convirtiéndola en un destino turístico de talla mundial. Mantener este nivel de excelencia requiere un esfuerzo que esperamos Erasmo González Robledo el alcalde electo y su nueva administración sigan manteniendo, pues es un orgullo que Tamaulipas tenga este tipo de playas, que nos hagan volver año con año para disfrutarlas.
