Opinión con sentido

Urge actualizar el Atlas de Riesgo

Sin Filtros; por Brenda Ramos

El cambio climático está reconfigurando nuestra realidad, y en Tamaulipas, sus efectos se sienten con una intensidad alarmante. Con la inminente llegada del huracán Beryl, que ha alcanzado la categoría 5 con vientos sostenidos de 257 km/h y rachas superiores a los 300 km/h, se pone de manifiesto la urgente necesidad de actualizar el Atlas de Riesgo del estado, un documento que no ha sido revisado en 15 años.

La última actualización del Atlas de Riesgo de Tamaulipas se realizó en noviembre de 2009. Desde entonces, la población ha crecido en más de un tercio, llegando a 3.5 millones de personas según datos del Inegi. Este crecimiento demográfico, junto con la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos, subraya la inadecuación del actual Atlas para enfrentar los desafíos contemporáneos.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha advertido que la presente temporada de huracanes en el Atlántico será un 50% más activa que en años anteriores, una muestra palpable del impacto del cambio climático. El reciente paso de la tormenta tropical Alberto, que causó daños superiores a los mil millones de pesos, es un recordatorio sombrío de lo que puede venir con Beryl, que se espera impacte entre el domingo 7 y el lunes 8 de julio.

La Coordinación de Protección Civil de Tamaulipas cuenta con 16 Atlas de Riesgo, uno estatal y 15 que agrupan a los 43 municipios. Sin embargo, estos documentos no se han actualizado en una década y media, lo que limita gravemente la capacidad del estado para prever y mitigar los daños de fenómenos como Beryl. Las zonas de inundaciones, deslaves, hundimientos y acumulaciones de agua que se encuentran en el Atlas actual no reflejan la realidad presente ni los riesgos aumentados por el crecimiento poblacional y el cambio climático.

Además, Tamaulipas ha pasado de un extremo a otro en términos de fenómenos climáticos. Hace poco sufría una sequía extrema que dejó a la presa Vicente Guerrero casi vacía. Hoy, según la Conagua, el nivel de la presa ha aumentado significativamente. La capacidad de almacenamiento se elevó a 144.04 metros con un volumen de 1,563.26 metros cúbicos, alcanzando el 40.0% de su capacidad total al 3 de julio de 2024. Este avance es notable en comparación con el 37.7% registrado el día anterior. Este cambio drástico es otro ejemplo de los efectos del cambio climático en nuestra región.

Es imperativo que las autoridades estatales y municipales prioricen la actualización del Atlas de Riesgo para reflejar las condiciones actuales y los peligros asociados con el cambio climático. Además, es crucial que se implementen medidas de mitigación y adaptación que protejan a las comunidades más vulnerables.

En medio de estos desafíos climáticos, es alentador ver que se están tomando medidas para mejorar la calidad de vida de los habitantes de Tamaulipas en otros aspectos. El presidente municipal de Tampico, Chucho Nader, ha destacado la importancia de los espacios de recreo para construir una comunidad más fuerte y segura.

Recientemente, Nader entregó la rehabilitación integral del histórico Parque Méndez y aseguró que la recuperación y mejora de los espacios destinados a la convivencia social ha sido una prioridad para su administración. La construcción y ampliación de infraestructura recreativa en distintos sectores de la ciudad ha sido fundamental para fortalecer el tejido social.

La administración de Nader ha trabajado en coordinación con la sociedad para recuperar, rehabilitar y modernizar parques, plazas y espacios de recreo en el municipio. Este esfuerzo incluye la creación de nuevos parques y sitios de convivencia, como el desarrollo turístico de la Laguna del Carpintero y el Parque Chairel, ofreciendo a los tampiqueños y turistas instalaciones seguras y modernas.

El día de ayer estuvimos en esta inauguración, y realmente son excelentes las instalaciones inauguradas en el puerto jaibo, lo único que lamentamos es no haber visto los cocodrilos en nuestra reciente visita al sur, sin embargo vimos a otra clase de colmilludos que soltaron chismes a diestra y siniestra pues hay mucho tema, sobre todo en Altamira.

A pesar de estos eventos locales y los inevitables rumores, no podemos ignorar los desafíos más grandes que enfrenta nuestro estado. El cambio climático no es un problema del futuro, sino una crisis presente que exige acción inmediata. Tamaulipas, con su creciente población y su exposición a fenómenos meteorológicos extremos, no puede permitirse la complacencia. La actualización del Atlas de Riesgo debe iniciar de inmediato, a fin de evitar consecuencias devastadoras, con esta impetuosa temporada de huracanes.

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