Los pros y las contras de la reforma al Poder Judicial
Por: Vicente Hernández
“Las leyes y las constituciones que por la violencia gobiernan a los pueblos son falsas. No son hijas del estudio y del común asenso de los hombres. Son hijas de una minoría bárbara, que se apoderó de la fuerza bruta para satisfacer su codicia y su crueldad.”
«Rafael Barrett»
El tema imperante en muchas de las columna políticas, así como en algunos de los artículos de licenciados, ex magistrados y doctores en leyes, versa sobre la reforma al Poder Judicial, ya que esta reforma ha creado controversia para los juristas, aunque de acuerdo a lo expresado por el presidente López Obrador el sentido de que estas lo que buscan, es generar ahorros, acabar con la corrupción existente, el nepotismo, el clasismo y el influyentísmo, así como otorgar un valor auténtico al Estado de Derecho, entre otras excelsitudes con las que él Jefe de la Nación las presenta, por otro lado la oposición, su contraparte, cree importante considerar si esta reforma afecta los principios democráticos, y si estas se alinean con los estándares internacionales de derechos humanos.
La esperanza que alentaba a los opositores a la reforma al Poder Judicial, se empezaron a diluir la tarde del dos de junio conforme el Prep continuaba dando una clara ventaja a Claudia Sheinbaum sobre sus dos opositores en la contienda electoral, aunque el asunto más peliagudo era, y sigue siendo, que todos los jueces federales, y no solo los ministros de la Suprema Corte, fuesen electos por los ciudadanos en comicios a partir del 2025, esto aunado a la desaparición de órganos autónomos, en lo teórico y a simple vista se mira muy democrático, pero en la práctica, según los que tienen criterio en temas jurisprudenciales, esto tiene varios riesgos: la potencial influencia del crimen organizado, la falta de parcialidad y experiencia, y el riesgo de que Morena proponga sus candidatos, y que sus seguidores se los aprueben entre otros posibles riesgos, que supondría se darán al abrir las puertas de par en par, para que los jueces y magistrados sean electos por “el pueblo sabio”.
Otro de los riegos esgrimidos por los opositores a la reforma, es que los jueces y magistrados que vayan a ser electos por voto popular: los coloca en una situación de riesgo, como a los candidatos de partidos políticos, aunque la Secretaria de Seguridad Publica Rosa Icela Rodríguez Velázquez, en reciente mañanera haya reducido a 22, el número de asesinatos cometidos en contra de candidatos y candidatas de diferentes partidos a diferentes cargos de elección popular, aunque de acuerdo al reporte ‘Votar entre balas’ de la organización civil Data Cívica, desde septiembre del 2023 en que dio comienzo al proceso electoral, hasta el día 2 de junio, el total de asesinados fue de 34, añadiendo que un total de 130 aspirantes, precandidatos y candidatos, sufrieron algún tipo de ataque violento por parte de la delincuencia organizada, aunque el oficialismo lo minimice calificando este dato de ‘sensacionalismo, alarmismo y amarillismo’.
El día de ayer (27 de junio) dieron inicio los foros nacionales sobre las reformas al Poder Judicial, en los cuales participaron la Cámara de Diputados y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y se entiende que dentro de estos foros se habrán de analizar y debatir el contenido de las 20 propuestas de reforma, enviadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 5 de febrero, comenzando con la del Poder Judicial, y se prevé que a estos eventos serán invitados diputados, ministros de la SCJN, coordinadores parlamentarios, representantes del Sindicato de Trabajadores Administrativos del Poder Judicial, así como algunas otras representaciones.
En base a lo publicado el día de hoy por diferentes medios de comunicación, el foro se llevo a cabo bajo el tema: “¿Qué Poder Judicial tenemos? ¿Qué Poder Judicial queremos?” durante el cual el ministro Jorge Pardo, el primer orador de la Suprema Corte, señalo que la sustitución de mil 600 personas juzgadoras, además de la totalidad de Ministros de la Suprema Corte, planteada en la reforma al Poder Judicial; podría ser gradual y escalonada, para reducir la posibilidad de afectación a la población.
El arranque ya se dio con lo relatado renglones arriba, y aunque los foros van a continuar en diferentes partes del territorio nacional, este proceso de consulta “democrática” dejara que los convocados expongan, sugieran y condicionen la citada reforma, lo cierto es que desde palacio nacional el presidente ya tiro línea en el sentido de; “que no se le mueva ni una coma al punto de la elección de jueces y magistrados por elección popular” y a ver si hay algún valiente diputado o senador de la nueva horneada, que se atreva a contradecir esta tan “democrática” línea. De la futura presidenta solo se espera su participación como observadora, mirando la corrida desde su barrera de sombra, que en esencia ese fue el trato pactado con el presidente saliente.