Retenes ilegales en donde extorsionan a indígenas otomíes y tepehuas que habitan en el municipio de Ixhuatlán de Madero ubicado en el estado de Veracruz y que son instalados por elementos de la Fuerza Civil, fueron denunciados por la organización Pueblos Originarios en Movimiento.
Uno de los representantes de esta organización señaló que los policías se instalan a partir de las 6 de la tarde y hasta las 11 de la noche, cuando la gente ya va de regreso a sus comunidades y los amagan con detenerlos, advirtiéndoles que entonces la suma que deberán pagar será mayor.
Señalan que incluso les cobran derecho de vía que ni reconocido está. Si no entregan dinero los golpean. Entre las víctimas, que van más de 100, han contado menores de edad.
Este caso ocurrió el pasado 18 de septiembre y fue la “gota que derramó el vaso”, pues los 14 agentes municipales acordaron firmar un manifiesto para enviarlo a Xalapa y exigir que se investigue a estos servidores públicos.
Aseguró que los pobladores por sí solos no habían querido denunciar por varios factores, uno por timidez, otro por la lejanía que representa ir desde las comunidades hasta las instalaciones de las fiscalías regionales y también porque no hay traductores de lengua otomí y tepehua para que puedan explicar lo que sucede.
Un jornalero gana a la semana de mil a mil 200 pesos, si trabajaran todos los días. En los retenes los obligan a dejar hasta 500 pesos y si es un arresto porque en ese momento no llevan dinero, el costo se eleva hasta los 2 mil 500.
Como la sequía ha continuado en el norte del estado, su trabajo se ha reducido aún más y ven con desesperación que son despojados de lo poco que podrían llevar de sustento a sus hogares.
