Chancay, Perú – 27 de septiembre de 2023
En un giro inusual de los eventos que rodean una disputa legal tras un divorcio, una mujer identificada como Yumiko ha tomado la decisión de demolir su propia casa para evitar entregarla a la familia de su ex esposo. El dramático episodio se desarrolló en la comunidad de Chancay, Perú, y ha generado un debate acalorado en las redes sociales y la opinión pública local.
El conflicto legal que llevó a este sorprendente desenlace tuvo su origen en la propiedad del terreno donde estaba ubicada la vivienda, que originalmente pertenecía al padre del ex esposo de Yumiko. Tras la separación, el padre del ex esposo emprendió una demanda para reclamar el terreno donde Yumiko vivía junto a sus hijos y nietos.
Yumiko, quien alega que su esposo la abandonó para iniciar una nueva relación, luchó incansablemente en los tribunales para mantener la propiedad que había construido con esfuerzo durante años. Sin embargo, finalmente perdió la batalla legal, y el Poder Judicial determinó que debía desalojar la vivienda.
«El papá de mis hijos se fue con una mujer casada, mantiene dos hijos y actualmente tiene dos hijos más. Yo tengo documentos en la comisaría que demuestran que él se retiró voluntariamente, yo no lo he echado», declaró Yumiko en una entrevista local.
Ante la inminente pérdida de su hogar, Yumiko tomó una drástica decisión: demolir la casa que tanto esfuerzo le había costado construir. De esta manera, buscaba evitar que la familia de su ex esposo se beneficiara de su duro trabajo y se apoderara de la vivienda.
«A mí me ha costado esfuerzo, me he privado de muchas cosas, incluso a mis hijos. Nosotros hemos pasado por muchas dificultades desde que el señor nos abandonó. Ahora, tengo que ser fuerte por mis hijos. Nos están desalojando porque el terreno me lo están pidiendo, pero no la edificación, porque eso yo lo he hecho con mucho sacrificio. Ahí está su terreno, pero la casa no», afirmó Yumiko.
La demolición de la vivienda comenzó el 22 de septiembre y se convirtió rápidamente en un tema de conversación en las redes sociales y en la comunidad de Chancay. La decisión de Yumiko ha generado opiniones encontradas, con algunas personas simpatizando con su situación y otros cuestionando la medida extrema tomada para proteger su propiedad.
Este inusual caso arroja luz sobre la complejidad de las disputas legales relacionadas con propiedades después de un divorcio y plantea preguntas sobre los límites que las personas están dispuestas a cruzar para proteger lo que consideran suyo en situaciones emocionales y legales extremadamente difíciles.
