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Fue Claudia ¿Y ahora que sigue en Tamaulipas?

Sin Filtros; por Brenda Ramos

Aunque no lo parezca, el proceso para elegir al coordinador de la Defensa de la Cuarta Transformación dejará varios inconformes en Tamaulipas.

Este cargo simbólico es de facto la candidatura presidencial, ya que Morena presentará únicamente a un precandidato o precandidata en su interna, que saldrá de esta coordinación. La decisión recayó en la exjefa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.

De esta manera, quedaron a la orilla del camino Adán Augusto López, Marcelo Ebrard, Gerardo Fernández, Ricardo Monreal y Manuel Velasco.

Quienes atrajeron más la atención del país, además de la ganadora Claudia Sheinbaum, fueron Adán Augusto López y Marcelo Ebrard, cuyos grupos formaron estructuras muy activas en varios estados, entre ellos, Tamaulipas.

Con la victoria de Claudia Sheinbaum en la encuesta nacional, el morenismo estatal se partirá inevitablemente en dos bandos: ganadores y perdedores. Entre los afortunados que acertaron se encuentra el gobernador, Américo Villarreal, quien se inclinó por la doctora Sheinbaum desde antes de concluirse este proceso. Esto representa una ventaja para él, ya que Morena es el favorito para ganar la presidencia en 2024, y eso coloca prácticamente en la silla presidencial a Sheinbaum, con todos los beneficios que esto implica.

Pero, al mismo tiempo, deja descontentos, si no enfrentados, a los grupos que animaban a Adán Augusto y a Ebrard. Hasta este momento, se desconoce si han asimilado la derrota o que movimientos harán en los próximos meses.

Hablamos de figuras como la senadora Lupita Covarrubias, el exgerente de Comapa Francisco Vargas Malagón, y el exlíder estudiantil Roberto Hernández Baéz, el “Boby”, quienes apoyaban abiertamente la candidatura de Marcelo Ebrard y en lo oscurito Carlos y Maki. Con la designación de Claudia es impensable que tengan cabida rápidamente alrededor de la doctora, ya que su grupo lleva preferencia, no los de sus competidores.

Otros que fallaron fueron José Ramón Gómez Leal, el “JR”, cuñado de Francisco García Cabeza de Vaca, la diputada federal Claudia Hernández, el ex subdelegado de bienestar federal Gastón Herrera; y varios líderes de Morena y el PT de Ciudad Victoria y la zona sur de Tamaulipas. Ellos se la jugaron con Adán Augusto López, el exsecretario de Gobernación durante la mayor parte de este sexenio, y quienes se distanciaron de los promotores de Claudia Sheinbaum.

El grupo de tamaulipecos que la promovía todavía festeja su nombramiento como coordinadora y está lejos de querer compartir espacios con los perdedores; se sabe que no quieren negociar nada, pues aseguran que esas eran las reglas de la competencia, y no todos pueden ser ganadores, ni todos caben en los espacios disponibles. Para la gente de Claudia, la suerte está echada, y no hay nada qué hacer.

Se equivocan al pensar tan categóricamente. Esto es política, no la lotería nacional, y aquí ni triunfos ni derrotas son para siempre.

Porque Adán Augusto López quizás no sea el candidato presidencial, pero por su edad y cercanía con el Presidente será un hombre clave en la toma de decisiones. No aceptó la coordinación de la candidatura de Sheinbaum solo para ayudarla a crecer: él también influirá en las candidaturas de senadores, diputados federales, diputados locales e incluso en algunas gubernaturas que se elegirán en 2024.

En el caso de Tamaulipas, esto abre múltiples posibilidades a aspirantes como Pepe Braña, el JR, ya que su alianza con Adán Augusto se reflejará en posiciones.  Los que respaldan a Sheinbaum deberán adaptarse a esta circunstancia.

Incluso ya se habla del reemplazo de Yuridia Iturbe como dirigente Estatal de Morena debido a los movimientos que va a provocar la reconfiguración del partido y los grupos que lo integran.  Nada volverá a ser igual después de la designación de Claudia Sheinbaum.

El misterio es ubicar a los hombres y mujeres que apoyaban a Marcelo Ebrard; sinceramente, algunos son políticos experimentados y capaces que seguramente llamarán la atención de otros partidos o los buscarán. Si Morena lo permite, podría debilitar seriamente al movimiento en Tamaulipas para las elecciones del año entrante.

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