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Se atribuye Raúl Quiroga logros del gobernador Américo Villarreal

Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez

En las actuales circunstancias, de escasos recursos y alto costo del financiamiento, el gobernador Américo Villarreal acaba de ganar un campeonato mundial de gestión política. La autorización de la Secretaría de Hacienda para asignarle 1,800 millones de pesos al proyecto del acueducto repercute positivamente en el estado y en la imagen del doctor, ya que esta noticia se esperaba si acaso en noviembre o diciembre; estamos en agosto y Tamaulipas ya cuenta con el valioso aval. Lo que sorprende es que Raúl Quiroga figure como autor o el responsable de esta victoria.

Uno de los compromisos del doctor como candidato a la gubernatura, quizás el primero por la situación que viven las familias de la capital, fue promover la construcción la segunda línea de la presa Vicente Guerrero con Ciudad Victoria, única opción para evitar una crisis aguda por la falta de agua.

Desde entonces inició acercamientos y contactos a nivel federal, e involucró a todos sus colaboradores cercanos para alcanzar el objetivo. Ciudad Victoria precisa aumentar a 500 litros por segundo el abasto de agua, y esto depende de la construcción de un ducto de 54 kilómetros.

Finalmente, la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda le asignó la clave 2316000036 al proyecto; queda abierta la oportunidad para que la obra sea enlistada en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024.

Al saberse la decisión, se difundió rápidamente el pasado fin de semana, pero la imagen que acompañó a este avance fue la de Raúl Quiroga Álvarez, secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social, y no la del gobernador Américo Villarreal, el líder que encabezó todo el esfuerzo.

Hace tiempo que el nuevo secretario rebasa su papel de colaborador y asume una actitud muy protagónica, quizás por la importancia del tema del agua en estos días. A Quiroga ya le tocó manejar un proyecto para atender la crisis hídrica, pero falló en su misión.

En diciembre de 2022, un grupo de funcionarios tuvo una idea atrevida: perforar pozos profundos en Ciudad Victoria para contar con más agua. Había pronósticos de sequía y calor intenso para el nuevo año; por lo tanto, el proyecto se justificaba. Raúl Quiroga, como titular de la entonces Comisión Estatal del Agua de Tamaulipas, se encargó de su manejo.

Incluso, una empresa de Ucrania, SEMPER, iba a construir los pozos. Utilizarían tecnología avanzada y estudios satelitales, así que parecía que el fracaso no era una opción. ¿Cómo podrían equivocarse con toda tanta moderna en operación?

Pero ocurrió lo impensable. A pesar de todos los aplausos y festejos, después de cavar y cavar más de 400 metros, no encontraron ni una gota de agua. Nada: ni siquiera un charquito.

Raúl Quiroga Álvarez, como director de la CEAT, quedó desconcertado. Dijo que en los estudios previos sí había agua, pero ahora no podían encontrarla por ningún lado. Pero no se rindieron. Continuaron cavando y probando suerte, convencidos de que los estudios los conducirían a un abundante manantial.

La segunda perforación en otro lugar tampoco dio resultados. Después de superar los 400 metros de profundidad, el agua se negó a aparecer. Incluso con toda la tecnología y los satélites al alcance, no hay garantía de que el elemento vital salga de sus escondites.

La situación se complicó, pues, al inicio del año. Ciudad Victoria entró prematuramente en sequía, y el nivel de las presas cayó a niveles de 11 por ciento. Se debió recurrir al tandeo de agua para sortear la escasez sin agravar la falta del líquido.

En contraste, Nuevo León también perforó pozos, pero el resultado fue muy diferente. Después de enfrentar problemas el año pasado, la empresa estatal Agua y Drenaje de Monterrey aumentó la cantidad de pozos activos de 6 a 20. Esto les dará 2000 litros de agua por segundo.

En cambio, los pozos de Quiroga terminaron como monumentos a la ilusión perdida, después de haber creado grandes expectativas en la población.

En el tema del agua, cuya crisis todavía no termina ni se resuelve del todo con el acueducto, vale más la moderación y el razonamiento, sin adelantar éxitos ni exagerar avances. Esa ha sido la actitud del gobernador Américo Villarreal y le ha dado resultados. Ojalá que sigan el ejemplo la Secretaría de Recursos Hidráulicos y  todas las áreas de la administración.

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