Por Oscar Díaz Salazar
Bien estructurado, muy afinado y muy pegador entre los malquerientes de AMLO, así es el discurso – guion de la senadora Xóchitl Galvez, que le escuché en dos eventos, durante la visita a Tampico del viernes 11 del mes en curso.
Lo que escuché por la mañana, en la rueda de prensa, fue lo mismo que oyeron las personas que llenaron, de bote en bote, el salón grande del hotel Hotsson de la avenida Hidalgo de Tampico.
Decir que no dijo lo que dicen que dijo, en relación al supuesto pronunciamiento en contra de la continuidad de los programas sociales, le lleva varios minutos a la senadora Galvez, en los que intenta minar la aceptación del actual gobierno en el segmento de la población de 65 años y más, beneficiarios de un apoyo que si bien no se inventó en este sexenio,si creció enormemente el padrón de quienes lo reciben y el monto del recurso dispersado a cada persona.
La inteligente (¿o mañosa?) argumentación de la señora Xochitl, consiste en afirmar que el programa es bueno y debe continuar, pero sus beneficios y bondades se diluyen por el desabasto de medicamentos que existen en las instituciones de salud publicas, concluyendo entonces que el programa de apoyo a los adultos mayores termina operando como un subsidio a las empresas farmacéuticas, pues quienes la reciben la utilizan para adquirir los medicamentos que necesitan. No se requiere ser brujo para saber que en la población de esa edad, es frecuente el uso o consumo de medicinas.
En el guion de la aspirante favorita de “no sabemos quiénes”, pero son los que mandan en el PRI, PAN y PRD, y que tienen como vocero al señor X, la descalificación al presidente es el eje rector:
Así pasa cuando dice que el AIFA no puede ser aeropuerto internacional porque le falta una espiroqueta, (slots, dijo).
Que en la refinería de Dos Bocas ya se gastó mucho más de lo presupuestado.
El argumento que me pareció más débil, de parte de la senadora Xóchitl, es el de la descalificación al tren Maya porque lo estan haciendo allá… donde se está construyendo, sin agregar razones para entender su rechazo.
Pero si a mi no termina de gustarme lo que dice la senadora, debo reconocer que si entusiasmó, y muy probablemente convenció, a la concurrencia, compuesta mayormente por panistas de Tampico, y también de Altamira y Ciudad Madero.
El público respondió con entusiasmo a la arenga de la senadora que se pronunció a favor de los programas de apoyo a los adultos mayores, pero que sume la buena atención médica, afirmando que no podría ser de otra forma luego de ver a su abuela morir en un petate por no contar con atención médica.
Que se expresó a favor de las becas, (aunque no explícitamente por la educación pública) comentando que fue gracias a una beca que pudo estudiar en la UNAM para llegar a ser una “ingeniera chingona”… y yo agregaría: aunque muy poco modesta.
Que se pronunció a favor de las becas a los niños y adolescentes, ligada a la historia de la venta de gelatinas en su niñez.
Le “tarjetearon” bien los datos de Tampico y su zona conurbada y por eso logró hacer un buen elogio a Tampico, a los tampiqueños y a las buenas autoridades municipales (Chucho Nader) que han hecho posible la seguridad para vivir, para trabajar y para invertir en una región que tiene muchas virtudes, destacando la abundancia de agua, el recurso humano y mucha energía limpia, que ha sido frenada por el gobierno de López Obrador.
La larga fila que pacientemente hicieron los asistentes para tomarse la foto con Xóchitl Galvez, al concluir el evento, es un buen indicador de la aceptación que consiguió la aspirante, en la tierra de otro aspirante al que recientemente le notificaron que ya se le había acabado el corrido.
Xóchitl Galvez parece ser la favorita, la de la línea.
Santiago Creel jugó como favorito en la interna panista del 2005 y perdió. Veremos si hoy que juega contra la favorita, logra alcanzar la candidatura.
