PolíticaPrincipal

Difiere la bajeza de Lalo Gattás del proyecto humanista de Morena  

Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez

Aunque Morena se haya abierto a ciudadanos de distintas banderas, las decisiones centrales las toman las grandes figuras del movimiento. Personas como Citlalli Hernández o Bertha Luján actúan por una convicción sincera con la transformación política iniciada en 2011 y consumada en 2018; pertenecen al grupo reformista, demócrata e intelectual del partido. Y, por otro lado, está la escoria de recién llegados que conforman los oportunistas, traficantes de influencias y corruptos como Lalo Gattás.

Apenas resulta perdonable juntar los nombres de Citlalli y el acalde de Ciudad Victoria o valorarlos igual por su militancia común; es como comparar a un ser humano con un espantapájaros. Decimos esto basados únicamente en la trayectoria política y social de ambos, sin juzgar su historia personal. Aquí respetamos la vida privada de la gente.

Sin embargo, no se puede decir lo mismo de Eduardo Gattás Báez, señalado en todas las redes sociales de orquestar campañas negras y de odio contra sus críticos. Es curioso que los medios que publican las fallas del alcalde sean los únicos denigrados en páginas falsas.

En las mismas plataformas utilizadas para atacar a la prensa se presentan testimonios e imágenes del abandono de Ciudad Victoria. La evidencia proviene de los propios ciudadanos y por eso resulta inapelable. Atacarlos sería un sinsentido tanto humano como político. Por eso, en vez de reclamar a la gente, dirige sus agresiones contra los comunicadores.

¿Cuál es el beneficio de insultar a los periodistas que divulgan los errores de Lalo Gattás? ¿Aumenta la aprobación del alcalde? ¿Los ciudadanos se vuelcan a defenderlo? ¿Cambia la percepción a favor de su gobierno? En absoluto; no hay beneficio de ninguna clase: todo sigue igual; la ciudad, abandonada; los habitantes, descontentos.

Ciudad Victoria se derrumba, esa es la realidad. Se dispararon los robos a negocios y a casa habitación. Los homicidios son casi tan frecuentes como en Reynosa, y eso que en la capital no hay dólares y apenas viven 300 mil habitantes. Cunde el pesimismo entre los victorenses por la falta seguridad, de crecimiento y de bienestar.

Hay la sensación de que el gobierno municipal ignora las necesidades de la población, de que no se compromete a resolver los problemas de infraestructura, que por mandato le corresponden. Uno de los reclamos más comunes es la falta de los servicios públicos; de este tema desbordan los grupos de  Facebook de Ciudad Victoria. Incluso, algunos usuarios califican a Lalo Gatás como el nuevo doctor Xico, en referencia a Xicoténcatl González, el ex alcalde panista que pasó por la administración sin haber hecho absolutamente nada.

En los últimos días ni siquiera ha cumplido con su programa insignia: el tandeo de agua potable para asegurar el servicio a los ciudadanos por lapsos del día, junto con el envío de pipas a colonias necesitadas. Los funcionarios nunca respetan los horarios ni los días de entrega. Algunos vecinos han denunciado que se les vende el recurso a pesar de que se les había prometido sin costo alguno.

Estos problemas reales se difunden, más que por la prensa, por los propios vecinos que los sufren. No hay, pues, nada personal en el trabajo periodístico, por más que algún funcionario se sienta herido por calificativos como “mediocre”, “corrupto” o “mentiroso”; son las etiquetas usadas en todo el mundo contra los malos gobernantes, así sean de México o Francia. Pero solo en Ciudad Victoria se toman revanchas contra los comunicadores insumisos. ¿O es que Morena no es un partido demócrata, que defiende los derechos de la gente, como el de la libertad de expresión?

Morena es un partido perfectamente demócrata y comprometido con el pueblo; lo ha demostrado en las grandes decisiones. El que atenta contra los derechos fundamentales es Lalo Gattás, como consta incluso en dos videos en los que hostiga a un reportero en Palacio de Gobierno, abusando del poder, del cargo y de la confianza ciudadana.

El movimiento transformador que promueve López Obrador, acompañado de figuras nacionales como Citlalli Hernández, Bertha Luján, Olga Sánchez Cordero, Laura Esquivel y otros notables, no tiene ninguna afinidad con Lalo Gattás, a pesar de la coincidencia de partido. El alcalde de Ciudad Victoria ha derrochado vulgaridad, mentira e ineptitud para manejar el municipio, y la causa de todo eso es su ignorancia.

Citamos a continuación los puntos uno y dos de la Declaración de Principios de Morena: “Nuestro partido concibe la política como una vocación de servicio” y “Buscamos la transformación por medio de la participación democrática del propio pueblo en los asuntos públicos”. Es decir, el movimiento quiere siempre tener a la gente dentro del gobierno, no fuera de él, como hace el alcalde.

No hay, entonces, ningún rasgo auténticamente morenista en Lalo Gattás, sino todos los defectos del PRI, el partido de donde proviene. Le bastaría con acercarse a los ciudadanos, oírlos y resolver sus necesidades para ganarse la aprobación. Pero, para eso, tendría que dejar de ser priista. Quizás sea más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja.

Notas relacionadas

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba