Por René Martínez
De una u otra manera, el ejercicio de la libertad de expresión se torna peligroso, a quienes detentan el poder, no les agrada que señalemos, que publiquemos errores cometidos o abusos que desde el poder se proyectan, y cualquiera puede ser blanco de la rabia irracional del funcionario o político descubierto en sus planes de corrupción, son intolerantes, y desde la sombra y anonimato cobarde, se lanzan en contra de quien ha osado «meterse en lo que no les importa».
Se puede entender, que cualquier persona se moleste con quien les haga publico «secretos», o actividades prohibidas desde la función pública, pero debemos recordar, que los políticos o funcionarios públicos, no son «cualquier persona», y lo mejor que deben hacer, es demostrar que es falso lo que «ese atrevido periodista» ha escrito sobre ellos.
El funcionario público debe probar, de manera fehaciente, que lo que se publica sobre él es totalmente falso, y si así fuere, existen conductos para que se aplique sanción al supuesto difamador, pero jamás con amenazas ni agresiones, mucho menos meterse con la familia, que la mayoría de las ocasiones, son totalmente ajenos al oficio del periodista.
El compañero Oscar Díaz Salazar, ha sido víctima de cobarde ataque, no a él directamente, pero si a su familia, desde una página virtual, se han prestado para realizar «fake news» en perjuicio de uno de los miembros de la familia del compañero Óscar, y no se vale, con la familia No….. Es de lo más vil y cobarde realizar esa acción, las autoridades competentes debieran tomar cartas al respecto.
Y es que, Oscar Díaz, tiene razones para sospechar que tales ataques son ordenados desde las oficinas de comunicacion de la presidencia municipal de ciudad Victoria, y señala convencido a Jorge Tinajero, coordinador de esa área, como orquestador de tan denigrante y vil acción.
El alcalde Eduardo Gattas y el fiscal Irving Barrios tienen la palabra, se espera que el columnista Díaz Salazar presente la denuncia correspondiente.
