Columnas

Tamaulipas: gobierno rico, con pueblo pobre

La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

La IV T, tamaulipeca, está imposibilitada para resolver los más agobiantes problemas de los tamaulipecos. Por una razón, tan contundente como dramática:
-El 91 por ciento del presupuesto anual de Tamaulipas se destina al pago de nómina y a cubrir abonos de la deuda, con lo cual queda sólo el 9 por ciento para atender gastos de inversión y proyectos.
O sea: de 71 mil millones de pesos del presupuesto anual del estado, 65 mil fueron designados, entre otros, para el pago de la nómina, deuda pública y aportaciones a los municipios, mientras que el resto, 6 mil millones se asignaron a las secretarías de Estado para su funcionamiento durante el presente ejercicio fiscal.
En medio de sonrisas -ella es una mujer alegre, optimista, por lo que se ve- la Secretaria de Finanzas de la administración del gobernador Américo Villarreal Anaya, la matamorense Adriana Lozano Rodríguez, estableció los datos anteriores ante la prensa.
Representante del clan del guachicol -ha sido señalada por diversas fuentes, que el cargo se lo debe a los reynoseses hermanos Carmona, producto de una negociación: financiamiento de la campaña de Villarreal Anaya, a cambio de seis posiciones en el gabinete estatal- le quedó grande el cargo y la responsabilidad.
El plan que carga en su bolso, es tan simple que no está planificado. Opera como administradora: sólo distribuye los fondos, sin pensar en cómo ensanchar las formas de financiamiento del gobierno.
Su tarea -fundamental para el crecimiento y desarrollo de la entidad-, está muy lejos de su comprensión.
Los Villarreal Anaya y los Villarreal Santiago, se la pasan repitiendo el discurso de AMLO.
¡Pero en la práctica, hasta lo contravienen!
Preguntémosles:
¿Por qué no se ha creado en la región, el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado?
¿Por qué se sigue gastando frívolamente, en la Casa de Gobierno -remodelación, gastos de mantenimiento, etc.- en lugar de venderla para apuntalar proyectos sociales?
¿Por qué no se ha instrumentado una política de austeridad republicana para ajustar los salarios de los miembros del gabinete?
¿Por qué, sigue habiendo un gobierno rico, con un pueblo pobre?
Sólo para ilustrar nuestro pesimismo: Ameriquitito Villarreal Santiago, trae una cauda de sujetos como corte real a la cual patrocina con tratos majestuosos, para que le hagan más agradable su precampaña.
¿A qué se debe que los aviones del gobierno estatal, sigan operando con grande costo?
Lo que se conoce en la calle, es desesperanzador: los aeroplanos que tiene en manos la IV T, son utilizados por Villarreal Santiago.
¿Y las camionetas blindadas compradas para varios secretarios y algunos alcaldes?
Nomás en ese rubro, según Lozano Rodríguez, se gastaron más de 20 millones de pesos.
Se exceden: ni AMLO, viaja en vehículos de ese tipo.
La crisis anunciada por la responsable de las finanzas de la IV T, llama a la reflexión, de ciudadanos, diputados y partidos políticos.
¿Por qué demonios se anuncia una reforma a la estructura gubernamental con la creación de dos nuevas secretarías, infiriéndose que se generarán más puestos burocráticos?
Se ha anunciado, que tendremos una Secretaría de Recursos Hidráulicos y otra de Energía.
¿Cuántos meses funcionarán esas entelequias, para detonar el llanto de la secretaria de Finanzas, ante el presidente de la república clamando por ayuda?
Si los legisladores, los líderes de la oposición, la sociedad civil y los liderazgos autocríticos de MORENA, siguen en el mutismo, el gobierno de los Villarreal Santiago, seguirá parasitando sobre los logros de las exitosas políticas lopezobradoristas.
El “gobierno rico, con pueblo pobre”, que intenta eliminar AMLO, en Tamaulipas es uno de los rasgos de la continuidad de un panismo que está saliendo de su tumba en la presencia de los Américos y la doctora Vitamina.

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