Elecciones 2024 despiertan el hambre de poder en Tamaulipas
Por: Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- En la década de los setentas circulaba la revista Duda, una publicación de temas sensacionalistas (posesiones, extraterrestres, pirámides mágicas) cuyo eslogan era: “Lo increíble es la verdad”. Bueno, justo así se debe recibir la información política que está a punto de salir con motivo de las elecciones de 2024 en Tamaulipas. Nadie dará crédito a los candidatos presentados por los partidos, pero esa será la dirección de los acontecimientos.
Antes solía decirse que el último año de gobierno era el “Año de Hidalgo”, porque alcaldes, gobernadores y presidentes sacaban recursos para su provecho y se olvidaban de trabajar. Pero hoy sucede lo contrario: es cuando más resultados deben presentar porque los comicios cuentan con mejores herramientas para impedir fraudes. Ahora sí influyen las campañas políticas y la imagen de ellos ante los ciudadanos.
A 15 meses de las elecciones de 2024, ya están en movimiento las figuras que aspiran a una candidatura, desde la modesta regiduría, pasando por la alcaldía, la diputación local y la federal, hasta la presidencia de la república. Por disparatados que parezcan los nombres de algunos y algunas, ya están formando grupos para iniciar su promoción. Así que prepárese para lo inesperado.
En Tampico, Morena quiere competir por la alcaldía con Mónica Villarreal, Úrsula Salazar u Olga Sosa. El hecho de presentar una mujer puede darle alguna fuerza en esta época de reclamos feministas. Pero solo sería un empujón, pues las trayectorias cuentan, y la de gente como Olga Sosa, arquitecta convertida insólitamente en Secretaria del Trabajo, es la de una perdedora: fue ampliamente derrotada en la elección de 2021 por Chucho Nader, y repudiada incluso por fundadores morenistas.
Úrsula Salazar, por su parte, es la persona más carente de simpatía y chispa que pueda haber en la política tamaulipeca. Todos saben que llegó a la diputación local y a la Jucopo por su parentesco con el presidente; por eso no le incomoda ser gris y aburrida como figura pública: su tío o su nombre la llevarán lejos, o eso espera. Quien verdaderamente tiene posibilidades es Mónica Villarreal, regidora de Tampico y hermana del gobernador; a diferencia de Úrsula, Mónica se ha ganado a muchas familias por medio de apoyos sociales y acciones diversas, a tal grado de que ha construido ya una buena estructura territorial.
Sin embargo, la vara para ganar Tampico ha quedado demasiado alta debido al excelente trabajo del panista Chucho Nader en la alcaldía. Hasta ahora, los mejores perfilados por Acción Nacional para esta candidatura son Edmundo Mon Marón y Nora Gómez, ambos diputados locales. Más rezagada viene Rosa González Azcárraga, también diputada local, pero con menos arrastre. Sin embargo, en los círculos de la ciudad tienen catalogado a Mon Marón de tacaño, y aunque se trate de un infundio, el hecho de que circule lo puede perjudicar.
En Madero “habrá guerra”, dicen en los cafés y en las mesas de los bares. Muchos morenistas quieren arrebatarle a Adrián Oseguera el derecho de sugerir a su sucesor. Hasta ahora, el mejor posicionado es Carlos Alberto González Portes, el tesorero municipal, pero los rijosos prometieron convertir la interna en un viacrucis, al que van a registrarse como 15 aspirantes. El otro “gallo” es Erasmo González, quien dice tener el apoyo de Mario Delgado para la designación. Erasmo y Adrián no se llevan. Se han reunido todos los ingredientes para una lucha épica en la urbe petrolera.
En Victoria, el sentido común, haciendo honor a nuestro nombre, debería permitir la reelección de Lalo Gattás en la alcaldía por Morena. Pero ese partido lo tiene todo, menos sentido común.
El diputado Pepe Braña viene pisando fuerte y puede pesar su parentesco -al igual que Ursula- con el señor de palacio naciona
Y agárrese porque se habla de un plan B para postular de nuevo a Óscar Almaraz Smer, por el PRI, por el PAN…o por Morena. Un sinsentido, pero tómese en cuenta que el senador de la 4T es el expanista y cuñado de Cabeza de Vaca, Juan Ramón Gómez Leal. Agreguen ustedes a Guillermo Vizcaíno, candidato perdedor del PRD en Ciudad Victoria, quien ilusamente busca el cargo de Lalo en 2024.
En Matamoros, los panistas coaligados con PRI y Verde, sopesan volver a candidatear a Verónica Salazar o enviar al matadero de nuevo a Ivette Bermea lo que equivale en ambos casos a una eutanasia política, ya que Ivette es perdedora de ayer, de hoy y siempre.
Por Morena, se busca imponer (o imponerse ella misma) a Adriana Lozano, la secretaria estatal de Finanzas, quien francamente ha dejado mucho que desear. Nos reportan que Lozano ahora se pavonea delante de los alcaldes como una emperatriz, a la que deben humillarse. En tanto, Mario López trata de mover sus fichas para influir en la sucesión, pero deberá luchar contra una bola de intereses ajenos a Matamoros que pretenden mandarle desde Ciudad Victoria.
Y Reynosa, amigos, será el otro campo de batalla de las bajas ambiciones políticas de la familia Peña Ortiz, empecinada en exigir la reelección del incompetente Carlos Peña. La jauría de Morena no lo permitirá así como así, y se lanzarán por la misma presa Armando Zertuche y Humberto Prieto, diputados locales. El PAN debería aprovechar el canibalismo morenista y lanzar a un buen candidato, pero andan pensando en el caballo más flaco que haya en todo Tamaulipas, Luis Cantú Galván, o el derrotado Jesús María Moreno quien piensa ir por la revancha.
Será otra exhibición de eutanasia política, una muerte deseada por la propia víctima, el Partido Acción Nacional.
En Nuevo Laredo, Yalheel Abdalá quiere la revancha como candidata del PAN, en tanto que Carmen Lilia Canturosas buscará la reelección, a pesar de su gris desempeño. Al Moyo Aguiar lo quieren asegurar para el Congreso de la Unión por lista plurinominal. Morena no lleva prisa en halla a candidatos a las diputaciones local y federal en este distrito, pero se habla nuevamente de expanistas, como los Canturosas. Otra vez la Iglesia en manos de Lutero.
La que promete ser la madre de todas las batallas (después de la presidencial, por supuesto) es la elección de senador. Por Morena, se podrían enfrentar el JR, Mario López, Carlos Canturosas, Américo Villarreal Santiago (hijo del gobernador) e incluso Erasmo González, si existiera alguna negociación con la candidatura de Ciudad Madero. Son cuatro personas, y ninguna cederá por la otra. En el PAN, la nominación la pelearán Imelda Sanmiguel, Jesús Nader, Gerardo Peña y hasta Luis Cantú. Suena también Irving Barrios para el Senado o una diputación federal, en caso de ser sustituido de la Fiscalía, lo que todavía es remoto pero no imposible. Francisco García Cabeza de Vaca, desde luego, no tendrá inconveniente en ser otra vez senador o diputado federal, ahora por la vía plurinominal. De su aventura por la presidencia, es preferible callar, por infantil.
La imagen de casi todos los mencionados es irrelevante o negativa, pues no han logrado posicionarse ni convencer en el último año, y en este 2023 los han encadenado con la Ley de Comunicación Social. Van a saber, ahora sí, qué sufrido es ganar una carrera con los pies atados.