La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
¿Qué cambios para mejorar, ha desplegado la IV T desde su arribo al gobierno de Tamaulipas?
Varios de notable relevancia.
Entre ellos, el más saludable y evidente: el desplazamiento de un gobierno panista que hizo del ejercicio público una empresa familiar más que rentable. Los contratistas de obra pública, llegaron a quejarse de que los hermanos Cabeza de Vaca, cobraban hasta el 30 por ciento de los costos de las construcciones; ello generó, obras de pésima calidad, y sobre todo: la actual crisis del equipamiento de todos los municipios tamaulipecos.
Otro vuelco benéfico se dio en el Poder legislativo. De ser una pandilla de diputados al servicio de un solo hombre -legislaron al contentillo del gobernador reynosense, realizando varias reformas constitucionales no para bien de la sociedad y sí para el blindaje y la protección de los personeros del viejo régimen. Era un espacio para perseguir a los adversarios del Ejecutivo estatal y un lugar para rendir pleitesía al gobernador.
El debate empobreció con el panismo en la Legislatura local. Y no sólo eso: el Poder ejecutivo, corrompió a diputados que traicionaron a sus partidos originales, para dar un deplorable espectáculo que algunos podríamos calificar de prostitución política.
Nunca un Poder legislativo, había caído tan bajo; como nunca, unas diputadas -así, diputadas, porque la mayoría fueron mujeres- habían enseñado tan claramente su proclividad al dinero fácil a cambio de quemar las playeras de los partidos que las llevaron a ser parlamentarias.
Hoy se lleva a cabo una intensa lucha por rescatar los principios rectores de un digno Legislativo. Eso, sin duda, es producto de la instalación de Américo Villareal Anaya en el Ejecutivo estatal.
La conducta de la Súper Fiscalía, se moderó. De ser un instrumento de terror y de persecución -alcaldes y dirigentes de MORENA lo vivieron en carne propia-, pasó a ser una entidad que atiende con cierta atingencia a víctimas de la inseguridad; las carpetas contra alcaldes, pasaron a la congeladora.
¿En qué áreas, no aparece la IV T?
1.- En la política social. La titular de la dependencia, anda perdida; no sabe qué hacer con tan magna dependencia. Nada de muertito, -es decir: nada hace- en tanto los programas federales soportan todo el peso de la tarea de generar desarrollo y bienestar en las comunidades.
Le quedó grande la yegua. No se ve su mano, ni en deporte, ni en Cultura, y mucho menos en programas locales que hagan lucir a la administración estatal. Es la decepción del gabinete.
2.- En las áreas de procuración e impartición de Justicia. Las procuradurías y la red de juzgadores, insisten en actuar como el viejo régimen. Mandan más al interior de ese entramado, los actores del pasado, que los recién llegados de la IV T.
De otra forma: quien procura e imparte Justicia, es el viejo poder Judicial panista, como extensión de cabecismo.
3.- En el aparato de Comunicación Social, alguien debe meter mano. Está ausente, una política de medios eficaz, con ideas. AMLO posee La Mañanera y su vigorosa autoridad moral; aquí, ni uno ni otro elemento está a la vista. Ni los boletines de prensa son capaces de concitar interés por la IV T y su gobierno. Una funcional política de comunicación social, pasa fundamentalmente por la construcción, de la confianza y el respeto de los comunicadores; hasta el momento, esas dos premisas son inexistentes.
¿Puede operar un gobierno, sin canales de comunicación?
Como se ve, el I Informe de Américo Villarreal Anaya, será un mensaje de claroscuros.
Y como están las cosas, uno no sabe qué será peor: un gobierno gris, o un gobierno cada día más oscuro.