Política

Parque Cultural

Por Oscar Díaz Salazar

Desde su inauguración, hasta la fecha, el Parque Cultural de Reynosa ha carecido del personal necesario para su operación y mantenimiento. Por esa razón de no contar con los recursos humanos que requiere para su funcionamiento, es que no opera la librería, ni la biblioteca, ni la cafetería (aunque ésta puede ser concesionada) y otras áreas planteadas en el proyecto original, arquitectónico y conceptual, de ese espacio.

El Parque Cultural, en la época de Egidio Torre, funcionó como un recinto del que se esperaban ganancias por su alquiler. Así lo exigían las directoras del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, y el cliente principal era el gobierno municipal, que ahí organizaba reuniones y eventos políticos, tras el pago de la renta respectiva, que nunca fue barata. No obstante el carácter de cliente frecuente, el gobierno municipal también se hacía cargo del mantenimiento de las áreas verdes, y de las reparaciones del recinto.

Desde que abrió las puertas el espacio denominado «Casa de la Tierra», ubicado en el mismo complejo del Parque Cultural, tambien opera con personal pagado por el gobierno municipal. El jefe lo nombra el secretario de desarrollo urbano y medio ambiente del gobierno de Tamaulipas, y la chamba la hacen trabajadores municipales. Por eso no sorprende que la Casa de la Tierra permanezca cerrada desde que concluyó el vacato, (periodo sexenal en el que gobernó Francisco N), pues es muy probable que los empleados que atendieron esa institución, o eran municipales o pagados por el Estado, en un esquema de contrato por tarea y tiempo determinado.

Al conjunto de Parque Cultural y Casa de la Tierra, se sumó, en las postrimerías del vacato, el espacio llamado Centro de Exposiciones, que obviamente requiere el cuidado, el mantenimiento, la promoción y la administración, de un grupo de trabajadores, empleados y personal directivo.

Espacios similares, y muchos otros, existen en la capital del Estado y son manejados por personal que depende (y cobra) en el gobierno del Estado. Bien seguro estoy que no le piden empleados, manos, apoyo y cuadrillas de trabajadores al gobierno municipal. El gobierno del Estado contrata los recursos humanos necesarios y suficientes, -con frecuencia hasta de más-, para atender todos y cada uno de los espacios, inmuebles, programas e instituciones que se crean en Ciudad Victoria.

El reclamo no es en exclusiva para el gobierno actual, que con cuatro meses de existencia no es culpable, pero ya es responsable, de esta situación.

Lo que escribí para el Parque Cultural, la Casa de la Tierra y el Centro de Exposiciones, aplica también para la mayoría de las oficinas del gobierno de Tamaulipas que operan en Reynosa.

Tarea abundante tiene en Reynosa el secretario Jesús Lavin, para eliminar plazas laborales donde no se necesitan y para contratar empleados donde tanta falta hacen.

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