Una generación condenada a la pobreza
*Más del 70 por ciento de los trabajadores tamaulipecos se retirarán bajo el esquema de jubilación de 1997, que sólo les garantiza una pensión que apenas alcanzaría para solucionar sus primeras necesidades
VICTORIA, TAM.- Apenas el año pasado se jubiló la primera “generación Afore”, los trabajadores que iniciaron una relación laboral formal a partir de 1997, y que a diferencia de quienes cotizaron con el régimen de 1973, no podrán acceder a pensiones ni siquiera cercanas a su sueldo.
De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social, hasta octubre del año pasado, 1,807 tamaulipecos habían cumplido ya el trámite para recibir una pensión garantizada que será de 4,738 pesos mensuales, en promedio.
Lo grave del asunto es que esta cifra apenas alcanza a rebasar la linea de pobreza que actualmente, según el Coneval, es de $4,246 pesos para el ámbito urbano. La pensión promedio de la primera generación Afore tamaulipeca está por debajo del promedio nacional que fue de 4,756 pesos mensuales.
De hecho, Tamaulipas es el estado de la región con la pensión promedio más baja: en Nuevo León ascendió a 4,837 pesos y en Coahuila a 4,813 pesos. Las entidades con cifras más altas son la Ciudad de México con 5,389 pesos, Baja California con 5,177 pesos, el Estado de México con 5,220 pesos y Querétaro con 5,208 pesos. El panorama para los trabajadores tamaulipecos no es nada alentador.
Detrás de esos primeros 1,807 que se jubilaron con este esquema aplicado desde 1997, vendrán muchísimos más, y todos ellos dependerán de sus propias aportaciones para acceder a una pensión digna, o que les permita mantener un estilo de vida similar al que llevan durante su vida económicamente activa.
Actualmente, la entidad tiene 886,165 empleados en la ocupación formal, de acuerdo a las cifras más recientes del Instituto Mexicano del Seguro Social. En total, en Tamaulipas hay un 1 millón 727 mil cuentas de ahorro para el retiro administradas por las AFORES.
De esa cantidad, se estima que por lo menos un 70% se jubilará con el nuevo esquema, con pensiones muy por debajo de sus sueldos. Peor situación enfrentarán quienes se encuentran en la economía informal que no son pocos. De acuerdo a las cifras oficiales de empleo, actualmente en Tamaulipas hay 692,274 personas ocupadas en empleos sin prestaciones.
Esta tendencia fue al alza en los últimos 12 meses, pues en el 2021 se contabilizaron 666,516 trabajadores en esas condiciones. LAS OPCIONES La gran diferencia en el esquema de jubilación de quienes empezaron a trabajar después de 1997 es que las condiciones de su retiro dependen casi por completo de sí mismos, y de su capacidad de organización para hacer aportaciones voluntarias a su cuenta de ahorro.
El problema es que de acuerdo a una encuesta de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) solo el 5.7% de los trabajadores hacen aportaciones voluntarias.
Los trabajadores bajo este régimen tienen tres modalidades para pensionarse: La primera es la llamada “renta vitalicia”, una pensión de por vida que se contrata con una aseguradora privada (facultada por el IMSS).
En ese caso, el monto de tu pensión dependerá del saldo acumulado en tu Cuenta Afore (por eso es importante hacer aportaciones voluntarias), y éste se actualizará anualmente de acuerdo a la inflación. Junto con el pago, se debe comprar un Seguro de Sobrevivencia que permitirá a tus beneficiarios recibir una pensión a la muerte del pensionado.
La ventaja de esta modalidad es su carácter vitalicio, es decir, el pensionado tendrá un ingreso fijo durante toda su vida, desde el momento del contrato hasta su muerte. Como es administrada por una aseguradora que recibe los fondos administrados por las Afores, esto evitará que el pensionad se acabe sus recursos. Para el cálculo mensual de su pensión también se consideran los años que pueda vivir.
Quizás el gran inconveniente de esta forma de pensionarse es que en caso de que una fuerte crisis impacte a la aseguradora, el pensionado siempre corre el riesgo de que esta pueda incumplir con los pagos.
La segunda modalidad para pensionarse actualmente es el llamado “retiro programado”. Se trata de una pensión que se contrata con la AFORE en la que está registrado el trabajador; el monto de la pensión dependerá del saldo acumulado en la cuenta de los rendimientos que se obtengan y de la esperanza de vida que te calculen.
A diferencia de la Renta Vitalicia que paga una pensión de por vida, la de Retiro Programado la recibe el trabajador hasta que se agoten los recursos de tu cuenta AFORE.
En este caso la AFORE continúa administrando la cuenta, de manera que los recursos continúan generando rendimientos. Además, la propiedad de los fondos no se transfiere y continúan perteneciendo al afiliado, por lo que dichos fondos constituyen herencia en caso de que el pensionado fallezca y no existan beneficiarios con derecho a pensión.
Finalmente la tercera opción es la que más se asemeja al esquema anterior a 1997, aunque con cifras muy inferiores. La “Pensión Garantizada” es aquella que el Estado otorga a las personas que cumplan con el requisito de la edad y un mínimo de 800 semanas cotizadas para el 2023 (cada año se irán sumando 25 semanas como requisito hasta llegar al 2030), pero que los recursos no le alcancen para contratar una Renta Vitalicia o un Retiro Programado.
MILLENIALS SIN AHORROS
Los especialistas advierten que la única manera de que los trabajadores bajos el régimen e 1997 puedan acceder a un retiro digno es a través del ahorro voluntario. Aunque confían en que con el paso del tiempo pueda concientizarse a los trabajadores, reconocen que actualmente muy pocos están enterados de cómo será su retiro. Sólo uno de cada cinco jóvenes de esta generación, personas entre 27 y 39 años, considera el ahorro voluntario como un mecanismo para mejorar su pensión.
El INEGI reveló que al término del 2021, sólo 32.7 millones de personas de 18 a 70 años tenían una cuenta de ahorro para el retiro o Afore, cifra que corresponde al 39.1% de dicha población. De estos, el 30.6% de las mujeres y 48.7% de los hombres de 18 a 70 años contaban con una cuenta de ahorro para el retiro o Afore. La CONSAR realizó una encuesta que arrojó datos importantes sobre el comportamiento de los millenials con respecto a su retiro.
Más de la tercera parte de los representantes de esta generación, por ejemplo, ve a la AFORE como un complemento y no como un medio para el retiro, y aunque si bien existe interés por parte de ellos para jubilarse, su previsión del futuro no se ve reflejada en acciones concretas y se queda en el discurso. Un buen porcentaje de Millennials preferiría invertir su dinero en un negocio que ahorrarlo. Sin embargo, muchos de ellos no podrán consolidar su inversión, por lo tanto desaprovecharán la oportunidad de haberlo ahorrado para su retiro.
Además, un alto porcentaje de Millennials no se ve trabajando en una empresa sino emprendiendo un negocio, lo que va a traducirse en bajas densidades de cotización. “Por ello se debe promover la inclusión como trabajadores independientes al SAR”, advierte la CONSAR.
REFORMA TRAE ESPERANZA
Este 2023, el requisito para el derecho a pensión es de 800 semanas cotizadas, donde el solicitante a pensionarse deberá tener al menos 60 años para solicitar por cesantía de edad o 65 años para la pensión de vejez.
A partir del año 2021, se implementó la adición de 25 semanas cotizadas cada año, con la finalidad de llegar hasta mil semanas en 2031. Al iniciar el año también se incrementaron las aportaciones patronales, las que trabajarán de forma gradual, tanto por los años como en los porcentajes, dependiendo del salario base de cada trabajador, el cual comienza con 3.150 por ciento a un salario mínimo.
Las aportaciones para el retiro se van a concentrar en las patronales, que van a ir creciendo progresivamente, aunado a la aportación de los trabajadores que se tiene de manera obligatoria. Un concepto que se suma a los cambios en la ley es la portabilidad, la cual permite que el trabajador pueda sumar los derechos pensionarios de ambos institutos IMSS e ISSSTE para completar el número de semanas de cotización.
En el tema de las comisiones cobradas por una AFORE, se presentó una reducción en las condiciones mínimas, las cuales comienzan con un 0.53 por ciento con PENSIONISSSTE, donde todas las demás AFORE deberán ajustarse al promedio establecido.
Por Staff Expreso