*Federación descartó acueducto y COMAPA lleno de funcionarios corruptos; urge una purga Presas a menos del 50% ¿Cuánta agua quedara en mayo, junio, cuando aumente la demanda por las altas temperaturas?
Por: Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Resulta incomprensible que las autoridades federales hayan dejado ir la oportunidad de remediar el desabasto de agua en la zona centro de Tamaulipas, pues hubieran podido iniciar la construcción del acueducto Victoria, pero lo descartaron. En tanto, ya está aquí otra vez la sequía, incluso peor que en 2022, y esto apenas comienza.
El agua, la salud, la seguridad, las grandes necesidades de la gente, en pasados sexenios se atendieron a medias o simplemente se ignoraron.
Pero hay temas que, de retrasarlos demasiado, pueden estallar en la cara de cualquier gobierno con más violencia con que lo haría un golpe de estado. Uno de ellos es el desabasto de agua a la población y empresas.
Queda tiempo, aunque muy poco, y los encargados de solucionar este grave problema siguen sin hablar de este urgente asunto.
Las señales del desabasto ya están aquí: Conagua informó que las seis principales presas del estado se encuentran con menos del 50 por ciento de almacenamiento. Y apenas han transcurrido quince días de 2023. A este ritmo, sumada la falta de lluvias y el consumo diario de la población, ¿Cuánta agua quedará en marzo o abril, cuando haga calor y aumente la demanda?
La pesadilla perfecta de los victorenses podrían vivirla en este 2023, cuando baje drásticamente el abasto de agua a unas pocas horas al día, quizás a la semana y, a su vez, tengan que pagar recibos más elevados de agua debido al incremento de las tarifas autorizadas en este año. Porque en Tamaulipas, si no lo sabe usted, se paga una cuota fija mensual, tenga o no servicio o consuma o no el líquido vital.
Esta falta de lluvias ya es manifiesta en los niveles actuales de las presas, como decíamos más arriba. La Vicente Guerrero, fuente principal para Ciudad Victoria y el centro de la entidad, está al 23.2 por ciento de su capacidad; la derivadora Las Blancas, a 28.2 por ciento; la Emilio Portes Gil, a menos del 50 por ciento; la Pedro J. Méndez, a 44 por ciento; la República Española, a 19.6 por ciento, y la Falcón a 18.5 por ciento.
El agua fue uno de los temas principales durante la campaña a la gubernatura en 2022. Todos los candidatos prometieron resolver esta necesidad, pero la atención la captó el doctor Américo Villarreal, por ser originario de esta capital y por pertenecer al mismo partido que el Presidente.
No hay sombra de duda de que Villarreal Anaya, ahora como gobernador, quiere hacer realidad el abasto de agua a Ciudad Victoria. No obstante, es una obra de gran calado, imposible de financiar con recursos propios sin causarle sacrificios a la población. Por eso debe recurrir al Gobierno Federal para fondear los proyectos de infraestructura de alto valor, como el acueducto Victoria.
Paralelo a esto, es urgente una purga, una limpia a fondo de las COMAPAS, empezando con la de ciudad Victoria donde el actual gerente Eliseo García ya demostró no ser apto para administrar este organismo cuando en el 2016 dejó un adeudo de 83 millones, y hoy siendo de nuevo gerente, guarda silencio ante el monumental desfalco de 400 millones del cual él es parte activa.
La corrupción anida en la COMAPA y está a la vista de todos, como a la vista de todos está la sequía, el bajo almacenamiento de las presas y la falta del acueducto de la presa Vicente Guerrero a Ciudad Victoria.
Ayudar a Tamaulipas es invertir en Aduanas y en la refinería Francisco I. Madero, como dijo el Presidente, pero también es garantizar el suministro de agua, recuperar la seguridad y rescatar los hospitales del estado.
El malestar de los victorenses ante estas carencias va creciendo y puede reventar en cualquier momento. Ahí está la información de Conagua. Si no se atiende pronto, lo van a lamentar.
