Por. Vicente Hernández
“Esto no puede ser no más que una canción / Quisiera fuera una declaración de amor / Romántica sin reparar en formas tales/ “
‹Pablo Milanés “Yolanda” ›
El 1 de enero de 1959 el triunfo de la revolución cubana, representada por la entrada del líder Fidel Castro en La Habana, fue un momento de inspiración para músicos, compositores, y cantantes que simpatizaban con el levantamiento revolucionario y su triunfo sobre los Estados Unidos, y dio inicio a lo que después de los años sesenta se conoció cono “La nueva trova cubana, o El canto nuevo” y uno de los primeros en idealizar musicalmente la revolución fue Carlos Puebla, quien se convierte en cronista de los acontecimientos desde el fallido asalto al cuartel Moncada, hasta la noche del 31 de diciembre de 1958 en la que finalmente cae el gobierno del dictador Fulgencio Batista, y Carlos Puebla pasa a componer canciones que difunden los valores revolucionarios, siendo su más icónica canción “Hasta siempre, Comandante” y la letra es una respuesta a la carta de despedida del Che Guevara, en el momento en que abandonó Cuba para posteriormente morir fusilado en el poblado de la Higuera en la sierra de Bolivia el 9 de octubre de 1967.
Entre esos cantautores de la nueva trova cubana, figuran también Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, quienes formaron una especie de pareja musical convirtiéndose en los más destacados exponentes de ese estilo, destacándose Pablo como un compositor prolífico con casi medio centenar de títulos, incluyendo álbumes compartidos y grabaciones en directo, y varios cientos de composiciones de autoría propia, a menudo en letra y música, y en ocasiones con versos prestados de grandes poetas, pero lo más sobresaliente de sus composiciones son las letras politizadas de la nueva trova, que fueron frecuentemente críticas hacia la política exterior de los Estados Unidos.
Pablo Milanés, fue sin duda alguna creador y fundador de la Nueva Trova, y abrazó con fuerza la revolución de Fidel Castro en sus inicios y con el tiempo tomó distancia, pero nunca rompió el lazo que lo unió a su pueblo a través de su música, aun y cuando en sus inicios el Gobierno cubano ofreció amplio apoyo a aquellos músicos que estaban dispuestos a componer y cantar canciones prerrevolucionarias o antiestadounidenses, y esto representaba un gran estímulo en una época en la que a los músicos tradicionales les resultaba difícil ganarse la vida, pero Pablo siempre fue fiel a sus principios, de solidaridad con el presidente Fidel Castro Ruz, aunque emitió un severo juicio tras las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021, que en su momento dejaron más 1.300 detenidos en la isla: «Es irresponsable y absurdo culpar y reprimir a un pueblo que se ha sacrificado y lo ha dado todo durante décadas para sostener un régimen que al final lo que hace es encarcelarlo» siendo esto una llamada de atención al gobierno cubano, aunque ya en los últimos años de su vida se convirtió en una de las figuras dentro del mundo de la música cubana que más criticó al régimen cubano y a su represión contra disidentes.
Pablo Milanés Arias nació el 24 de febrero de 1943 en Bayamo, hijo del matrimonio formado por el soldado Ángel Milanés y Conchita Arias, una modista, y fue precisamente su madre quien forzó el traslado familiar a La Habana, para que su hijo pudiera acudir a conservatorios. En los años 50, considerada la década de oro de la música cubana, el chico aprendió piano y exploró con otros creadores nuevas tonalidades y textos, grabó decenas de discos, musicalizó películas y a poetas como César Vallejo, Nicolás Guillén y José Martí. En 1985, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez y otros le rindieron un homenaje en el álbum «Querido Pablo».
Aunque su producción autoral fue muy abundante, y navego entre el son cubano, la canción romántica, y la canción de protesta, a mi en lo personal me gustan “El breve espacio en que no estás”, “Te quiero porque te quiero” pero hay una canción en especial para mi espíritu de bohemio también muy romántica titulada “Yolanda” tema compuesto para su segunda esposa Yolanda Benet, nacida en Cienfuegos y nieta de franceses, Yolanda se mudó a La Habana cuando era adolescente y trabajó durante más de un cuarto de siglo para la industria cubana del cine y la televisión, como secretaria de producción y script girl, y más adelante como productora y asistente de dirección, de sus otros cuatro matrimonios, la de Yolanda fue sin duda la relación matrimonial mas duradera de Pablo, ya que su matrimonió se prolongó entre 1969 y 1973.
Pablo Milanés falleció en Madrid, España en la Clínica Universitaria de Navarra en Madrid, en la madrugada del 22 de noviembre del año en curso, debido al síndrome mielodisplásico, un tipo de cáncer que disminuye la respuesta inmunológica, enfermedad que le fue diagnosticada desde hacía varios años, para los que amamos la música romántica y de contenido social, Pablo “El poeta de la revolución” muere físicamente, pero su espíritu de cantante comprometido con las causas sociales vivirá eternamente en nuestros recuerdos, y dentro de nuestros corazones. Descanse en paz.
