Política

“A Dios rogando y con el mazo dando”: política a la mexicana

Por: Vicente Hernández

“El hombre sólo será libre cuando el último rey sea ahorcado con las tripas del último sacerdote”
‹Denis Diderot›

Desde hace algunos años a la fecha, gobernantes y políticos de alto, medio y bajo nivel, de casi todos los partidos políticos han agarrado la costumbre de mezclar la religión con la política, quizás solo como una pose para quedar bien con la ciudadanía, o tal vez les gana su religiosidad y la expresan en lugares o en foros donde no deben.

Un claro ejemplo nos lo da el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde su pulpito mañanero no oculta su fervor religioso cuando se declara lo mismo evangélico, católico, cristiano y hasta practicante de rituales prehispánicos cuando la ocasión lo amerita, y esto me trae a la memoria lo dicho por una ex Diputada Local por el Distrito 19 de Altamira de nombre Irma Leticia Torres Silva a quien durante una entrevista que le hiciera hace más de seis años, sobre si su puesto se lo debía a su partido, o a la gente que voto por ella a lo cual me respondió: “ Yo siempre he dicho que voy a estar donde Dios me ponga, si el me pone en determinado lugar, es porque ahí voy hacer algo para él, y bueno aquí estamos sirviendo a la gente”

Quizás a la señora Diputada en aquel día, de aquella entrevista, se le olvido que no fue Dios, sino los votantes los que la llevaron a ocupar un escaño en el Congreso por tres años, y también paso por alto que en la Cámara de Diputados se llega para votar leyes, no para hacer agregados a la Biblia, o modificaciones a los Evangelios, y en cuanto a que fue a la Cámara para servir a la gente, esta claro que para eso le pagaron y le pagaron muy bien.

Esta Diputada, si mal no recuerdo llego al Congreso con el respaldo del ya desaparecido Partido Nueva Alianza, y no por el Episcopado de México, y los que salieron a votar fueron los ciudadanos con su credencial de elector en la mano, y no los congregantes de “La Vela Perpetua” así como tampoco se realizó el milagro de la multiplicación de votos, y que la victoria la obtuvo gracias al trabajo de campaña que se hizo a favor del entonces candidato del Partido verde Ecologista de México Armando López Flores, y no por obra del Espíritu Santo.

Para estas alturas del texto, algunos lectores ya estarán pensando pedir mi excomunión, y solicitar sea quemado en leña verde por ateo y hereje, así que creo menester fijar mi postura citando al novelista y poeta estadunidense Paul Auster: “Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión”

Y pienso que vivimos regidos por un Estado democrático, no Monárquico, porque los tiempos del Virreinato se acabaron con la declaración de la Independencia de México, y afortunadamente los ideales postulados por el intelectual francés Juan Bodino (1529-1596) no prosperaron, ya que en su obra “Los seis libros de la Republica” estimo que los gobiernos mandan “por derecho Divino” ya que han sido instituidos por la Providencia para el bienestar humano.

Desafortunadamente para Francia, y posteriormente para México, la teoría del clérigo e intelectual francés y teólogo de las monarquías absolutas, Jacques Benigne Bossuet (1627-1704) si prosperaron, ya que en algunas de sus paginas expreso que dentro del absolutismo ningún ciudadano tiene el derecho de propiedad, que solo al Rey, es decir al Estado le pertenece. Así que en base a esta teoría del origen Divino del poder, el gran déspota Luis XIV acicateado por estas ideas a menudo despojaba de sus bienes a sus súbditos, y es esto lo que nos esta sucediendo en México, con un Reyezuelo que habita en un palacio frente al Zócalo de la CDMX para más señas.

Si revisamos muy bien la historia de México, también nos encontramos que desde tiempos inmemorables, los caciques, el clero, los Gobernadores y los Presidentes de la Republica, han robado haciendas, ranchos, terrenos paradisiacos estratégicos y con el pretexto de la expropiación, hoy se destruye la flora y la fauna, como un grave atentado a la naturaleza y al medio ambiente, para la construcción de un tren, argumentando simplemente que esto se hace “por el bien de la Nación” .

En fin, que como dicen que dice la Biblia de los hebreos: “Al cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios” por lo que, tanto los políticos como los sacerdotes, pastores o chamanes, deben de cuidar lo que dicen desde su estrado, pulpito, templo o escenario, para que no se confunda la gimnasia con la magnesia.

Notas relacionadas

Botón volver arriba