Por:Mauricio Fernández Díaz
¿Tira línea familia del gobernador para evitar la elección de senador?
Ciudad Victoria.- La muerte repentina de Faustino López pondrá a prueba nuevamente el compromiso por la democracia de los partidos en Tamaulipas. La ley ordena convocar a una elección extraordinaria para cubrir la vacante, así que cada uno deberá presentar un candidato. Democracia es lo último que sabe el PAN desde que promovió al insignificante Ismael García Cabeza de Vaca en la senaduría plurinominal. Pero Morena tampoco está libre de actitudes autoritarias y ahora parece buscar que el INE descarte la elección directa por otro método que resuelva la cuestión, y hay gente cercana al gobernador Américo Villarreal en el tema.
Digámoslo sin rodeos: hay una lucha de poder al interior de Morena por apropiarse de esa senaduría. El dilema electoral no es qué partido la pudiera ganar (la 4T tiene una clara ventaja) sino qué grupo político la obtendrá. Y ya se ha abierto un duelo entre las corrientes de Carlos Canturosas, Mario López, Rodolfo González y el gobernador Américo Villarreal.
Opinadores y reporteros oficiosos han contado la versión de que esa senaduría le pertenece al doctor Villarreal por haber sido quien primero se la cedió a Faustino López, en calidad de suplente, para irse a buscar la gubernatura. Ante la desaparición de Faustino, sostienen los futuristas, el gobernador debe decidir quién competirá por el cargo. Pero hay un hilo falso en esta argumentación que es necesario arrancar.
Para Morena, el compromiso con Américo Villarreal Anaya está más que saldado. Ha recibido dos candidaturas y dos estrategias electorales para ganarlas (sin esa estructura sería en vano). Él, también, aportó su experiencia y su buena trayectoria. Cuando ejerció como senador, de 2018 a 2022, se cerró la encomienda para él en la Cámara Alta. El asiento ya no le pertenece, pues el que ahora ocupa es aún de mayor jerarquía. Solo el partido puede disponer de esa candidatura para quien lo prefiera.
Por esa razón, los diversos grupos de Morena Tamaulipas se han movido con el fin de recibir la oportunidad. Esta coyuntura ha puesto en evidencia la gran fortaleza política de la 4T en Tamaulipas y, al mismo tiempo, la decadente presencia del PRI, el PAN y el PRD. Cualquiera de los aspirantes morenistas tiene la competitividad suficiente para ganar. Está fuera de discusión la influencia de Carlos Canturosas en Nuevo Laredo, la de Mario López en Matamoros (único con más de 100 mil votos en 2021) sin olvidar, por sus logros en la reactivación económica de Ciudad Madero, a Adrián Oseguera Kernion. También Rodolfo González Valderrama dejó una excelente impresión como responsable de programas federales en la entidad.
Ningún partido disfruta de una solvencia política como la de Morena Tamaulipas, cuya única dificultad será elegir entre tantos ganadores y no quién será capaz de ganar. Nadie, tampoco, ha de negarle esa facultad o condicionársela; pudiera pedir opiniones al gobernador Villarreal, que son válidas, pero no órdenes. Morena no es el PAN, ni Américo Villarreal es Francisco García Cabeza de Vaca.
Es por eso que no se entienden las declaraciones de Américo Villarreal Santiago, hijo del gobernador, entrevistado en la capital acerca de la elección extraordinaria que debe realizarse. Villarreal Santiago es consejero estatal de Morena y en justicia está involucrado en el tema. En vez de referirse a la fortaleza del partido y de sus figuras para ese compromiso, Villarreal Santiago habló en nombre del INE, sí, en nombre del órgano electoral, para desacreditar otra elección completa, con listas nominales, casillas y funcionarios. El hijo del gobernador parece preferir que no haya votaciones, que los ciudadanos no ejerzan este derecho. Dijo: “Los órganos electorales analizan determinar la suplencia del senador Faustino mediante otros métodos porque sería una elección extraordinaria que generaría un costo oneroso”. ¿Por qué generaría un costo oneroso o porque empoderaría a un morenista de un grupo distinto al suyo? Es pregunta.
Y es pregunta muy pertinente, ya que los asuntos del Instituto Nacional Electoral los analizan sus propios consejeros y no los consejeros partidistas. De hecho, no hemos oído al vocal ejecutivo Sergio Ruiz Castellot decir que analiza otro método para evitar la elección directa. Resulta, pues, desconcertante que el hijo del gobernador parezca rechazar la elección por razones económicas, y aún ha buscado otras para que nunca se realice, ya que también sostuvo que hasta podría “declararse desierta” por falta de tiempo.
Lo único que hay en claro es lo siguiente: el INE no ha dicho que le parezca costosa la elección extraordinaria para cubrir la senaduría ni menos que el escaño desaparezca por el corto tiempo que le resta a la legislatura.
Y otro punto claro es el artículo 63 de la Constitución: “Tanto las vacantes de diputados y senadores del Congreso de la Unión que se presenten al inicio de la legislatura como las que ocurran durante su ejercicio se cubrirán: (…) la cámara respectiva convocará a elecciones extraordinarias de conformidad con lo que dispone la fracción IV del artículo 77 de esta Constitución”. Abreviando: las vacantes se cubren mediante nueva elección. Es la Carta Magna.
En esta legislatura, la primera elección extraordinaria de senador se celebró en Nayarit, el 5 de diciembre de 2021. Y fue un proceso ejemplar y sin complicaciones.
Estas discrepancias de opinión al interior de Morena (que no discusión ni enfrentamiento) reflejan más bien la lucha sorda y bajo la superficie entre los liderazgos regionales del partido en busca de la candidatura. En verdad, no hay que ver crisis donde no las hay (la 4T es la primera fuerza en el estado) pero tampoco hay que sabotear la carrera ascendente que llevan otros militantes. El gobernador Américo Villarreal goza de una aprobación del 70 por ciento y no necesita indigestarse de posiciones.
Por supuesto, esta historia no acaba aquí, y vienen nuevos momentos de emoción y rivalidad en la política tamaulipeca. Estén pendientes.
