Sin Filtros; por Brenda Ramos
Fácilmente Netflix podría utilizar este título para realizar una película o serie narcopolítica en donde Luis Lauro Reyes Rodríguez un priista de Güémez fue escalando en el ámbito gubernamental, en el que después de cambiarse a MORENA, un golpe de suerte lo convirtió en el presidente municipal de dicha ciudad, en donde dejó cuentas millonarias pendientes por casi tres MDP. La Segunda temporada hablaría de como llegaría por compadrazgo a ser el super delegado en Tamaulipas convirtiéndose en el fantasma de los programas sociales y como finalmente su ambición y hambre de poder, lo están llevando a una desleal lucha por la senaduría en donde utiliza su cargo federal para placearse por el estado a fin de conseguir el escaño de la cámara alta, en donde su ineptitud rebasaría la de Ismael Cabeza de Vaca, provocando más oscurantismo y ruina para Tamaulipas.
Cuentas millonarias pendientes
Luis Lauro Reyes no inició la política en la izquierda mexicana, lo hizo en las filas del PRI, pero su suerte inicia al seguir la moda de abandonar las líneas del revolucionario institucional para enlistarse en MORENA en donde gracias a la ola obradorista gana la presidencia municipal del 2018, solo para dejar una serie de observaciones pendientes de casi tres millones de pesos en su paso por la alcaldía.
De acuerdo con la auditoría PAA-A-014-2020 se arrojaron un total de 43 observaciones de las cuales pudo subsanar 7, quedando 36 como no solventadas, en donde “se evaporaron” 2 millones 712 mil 534.44 pesos tan solo del ejercicio fiscal del 2019.
Como alcalde abandona al campo y busca apropiarse del aeropuerto de Cd. Victoria
Con tantos recursos sin aclarar, se habría esperado que el municipio de Güémez hubiera avanzado en infraestructura, salud o educación, porque casi tres millones de pesos no pueden simplemente “desaparecer”; sin embargo, en su paso por la alcaldía Luis Lauro Reyes además de vaciar las arcas, abandonó a los citricultores.
Fue el presidente de la Asociación de Citricultores de Güémez, Salomón Barrón Torres, quien expuso la falta de palabra y compromiso del expresidente municipal, quien los llenó de promesas en campaña y una vez al frente del ayuntamiento les retiró su amistad, atención y les negó las comparecencias, por lo cual acudían por apoyos para el campo con el gobierno federal y estatal.
Las “red flags” que evidenciaban que Luis Lauro era un político hambriento de dinero y poder continuaron; al no encontrar de donde sacar más recursos en Güémez, Reyes Rodriguez intentó adjudicarse el aeropuerto de Ciudad Victoria, mediante una maniobra jurídica a fin de echarle mano a los impuestos generados por este.
El Fantasma de los Programas Sociales quiere ser Senador
La mala fama de Luis Lauro le impidió repetir como alcalde por MORENA, sin embargo, no se quedó con los brazos cruzados puesto que lanzó a su esposa Valeria a los brazos del partido Movimiento Ciudadano para buscar la presidencia municipal, que por obvias razones no consiguieron.
A pesar de dar las contras al partido, el grupo político de la familia del gobernador le siguió dando jugada y lo colocó como super delegado en Tamaulipas; fueron meses en que Luis Lauro nadó de muertito y se convirtió en el fantasma de los programas sociales donde no trabajó, pero hizo de las suyas con recortes de personal y nuevamente fue señalado de mano larga con las finanzas del bienestar.
Que desagradable es ver como aquel que besaba por donde Cabeza de Vaca pasaba esté haciendo lo mismo con el actual gobernador Américo Villarreal a fin de colarse a todos los eventos a su lado. Y decimos que se cuela en estos, porque no solo sería desleal para aquellos que abiertamente están buscando luchar por el escaño, que Luis Lauro tenga el apoyo de Américo Villarreal y se esté utilizando un puesto federal para adelantarlo en la carrera, sino que sería una situación que en sin número de ocasiones el presidente Andrés Manuel ha reprobado y repudiado y con la cual serían igual o peor que la familia Cabeza de Vaca, uno gobernador y otro en el senado.
No cabe duda de que sería una serie muy exitosa, ya que a la cultura mexicana se ha introducido el gusto por idealizar a aquellos poderosos que se salen con la suya a costa de lo que sea; mientras más dinero se claven, más violencia y relación con el crimen organizado tengan las producciones, más “top” se vuelven. En el caso de la historia de Luis Lauro aún quedan muchos capítulos por contar, y mientras la app de streaming no la saque al aire, tenga por seguro que, nosotros la seguiremos escribiendo.
