Faltan cuerpos por entregar a familiares
*Son alrededor de 11 familias las cuales reclaman a la empresa debido a que no les cumplieron como quedaron.
CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Un cúmulo de sentimientos encontrados hubo la tarde de este miércoles luego de que los familiares de los 18 personas que murieron calcinadas en la carretera a Monterrey el 10 de septiembre que recibieron la noticia de que no todos podían recoger sus cuerpos.
A más de 24 horas de los trámites, algunos recibieron la mala noticia de que la funeraria con la cual se solicitó el apoyo no resolvió al 100 por ciento la entrega de los cuerpos.
En este caso se trata de la Funerarias Victoria la cual argumentó una serie de burocratismos sin embargo eso no bastó para contentar y convencer a los clientes.
Son alrededor de 11 familias las cuales reclaman a la empresa debido a que no les cumplieron como quedaron.
Aseguraron que fue la primera en presentarse con ellos y ofrecer su servicio sin embargo una segunda pareció y esta fue más rápida que la que ellos habían contratado.
Fue así como siete cuerpos fueron entregados y llevados a la afueras de la oficina del centro integral de justicia donde los familiares ya aguardaban.
Al saber que no se encontraban completos el número de cadáveres la una situación tensa hasta que determinaron partir los que ya tenían a sus seres queridos y dejar a sus demás compañeros en espera de qué le resuelvan el problema.
Los familiares arribaron desde el martes en la mañana y se llevaron grandes decepciones por la atención que les brindo la fiscalía debido a que no cumplieron con la promesa que les habían realizado cuando les llamaron para que acudieron a recoger los restos.
Algunos denunciaron que las autoridades realizaron mal el papeleo con errores en apellidos y direcciones por lo que se tuvo que realizar de nueva cuenta dichas hojas y eso trajo consigo un contratiempo que lo llevó a perder las 24 horas.
Hasta el cierre de la edición, el resto de familiares que estaban en espera continuaban reclamando el mal trabajo de la empresa Funeraria con la que habían acordado.
Por Alfredo Peña