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Se cae la calumnia de un mercenario del periodismo.

Por:Mauricio Fernández Díaz


Se rebelan funcionarios panistas contra disparates de Cabeza de Vaca

Ciudad Victoria.- Convertida su vida en un infierno, Francisco García Cabeza de Vaca se empeña ahora en hacer lo mismo con la vida de los demás, por el deseo egoísta de no sufrir solo. Si reflexionara que, en su caso, se debe a sus propias decisiones, se ahorraría una mayor vergüenza. En estos días, se ha embarcado en una nueva aventura suicida para ultrajar la imagen de Américo Villarreal Anaya y su victoria electoral, a costa de colaboradores y del personal que aún lo obedecen.

Incapaz de borrar las huellas de su pésima administración, el cabecismo levanta cortinas de humo con historias falsas para incriminar al gobernador electo y hacerlo parecer un infractor. A sus rivales políticos también les tiende trampas o utiliza el poder del estado para sancionarlos, como al diputado local Gustavo Cárdenas. Hay una lista negra de “enemigos” que el panista ha entregado a sus subordinados con la orden de ir por ellos. Pero muchos están cansados de sus locuras y, con engaños o pretextos, ignoran sus indicaciones y arrebatos. Su gobierno se ha acabado prácticamente, y ya no le temen como al principio.

El ingenio que le faltó para dar resultados a los tamaulipecos le ha sobrado ahora para armar conspiraciones contra sus rivales. Ya para qué. Sin embargo, los quiere ver sufrir como sufre él ahora, angustiado por la avalancha de procesos judiciales que le esperan, y no le importa mentir y sobornar con tal de cumplir su plan. El más reciente fue un informe falso, supuestamente del embajador Ken Salazar, que relacionaba al doctor con un grupo criminal para financiar su campaña.

Si lo calificamos de “falso” es porque el propio diplomático ya declaró esas fallidas pruebas como documentos que “no son de Estados Unidos”. Y si no le pertenecen, pierden todo sentido y no sirven para nada, como otras mentiras del cabecismo.

Esta maquinación contó con la complicidad de un columnista de proyección nacional, famoso por ventilar “exclusivas” que casi siempre perjudican a figuras de Morena; reforzaban la maniobra con supuestas evidencias. Recordemos que en política no existen casualidades: se publicó 48 horas antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación fuera a determinar si hubo o no intervención de grupos criminales en la elección estatal, como sostiene el PAN, perdedor de los comicios. Repentinamente, los magistrados pospusieron su decisión para la siguiente semana.

La bomba estalló con tanta fuerza que el nombre de Américo Villarreal fue tendencia en Twitter el lunes 19. El hecho de utilizar el nombre de Ken Salazar en esos informes validaba superficialmente la información. Como siempre en la comunicación de masas, que da alas al sensacionalismo, la noticia voló por el país y ya se hablaba de una «prueba” de la injerencia de grupos criminales. Todo se desmintió 24 horas después, y el castillo de arena se deshizo.

Este plan fue urdido desde hace varias semanas por el equipo cabecista, de acuerdo con algunas voces que los conocen, y en primera instancia quisieron incluir a la prensa local en la difusión, pero ningún editor importante aceptó validar semejante atentado a la verdad. De hecho, tampoco se publicó como noticia en El Universal, periódico nacional donde finalmente apareció, sino como una “investigación” del columnista de Mauleón. En realidad, no se trató se ningún trabajo periodístico: le entregaron los archivos y los datos en la mano.

Junto con el columnista defeño, dos o tres renegados locales, de baja credibilidad, repitieron el infundio sin tomarse la molestia de contrastarlo con el doctor Villarreal y sin solicitar su derecho de réplica. La mayoría de los medios con más seguidores y cobertura ya abandonó a Cabeza de Vaca y sus campañas sucias.

De la misma manera, en dependencias gubernamentales se han opuesto a cumplir los caprichos del mandatario para lastimar a sus adversarios. Desde las oficinas fiscales envían amenazas de embargo a diestra y siniestra por omisiones de pago, sin haber una orden judicial para retener los bienes del contribuyente. Desde Protección Civil ordenan clausuras por la mínima falta, como la aplicada al restaurante Don Jorge, del mencionado Gustavo Cárdenas, quien ha votado en contra de los golpes legislativos del PAN en el Congreso del Estado.

Ya sea por Covid, por matrículas de automóvil, por seguridad y hasta por motivos laborales, el cabecismo ha desatado una cacería de brujas contra sus rivales en los últimos días de su mandato. Por hartazgo, algunos mandos medios y operativos ya no cumplen del todo esas instrucciones, y desesperan para amanecer de un día para otro en el 1 de octubre, cuando Francisco García de Vaca y su nefasto sexenio sean historia.

Muchos han escrito un S.O.S. al equipo de transición del gobernador electo para que busquen en ciertas áreas donde quedan rastros de los desvíos del cabecismo, como Obras Públicas, Salud y Finanzas, en un acto de rebelión contra las necedades del reynosense.

El ardid de los supuestos informes de Ken Salazar tuvo éxito mediático, pero se apagó pronto. En cambio, son más numerosas las voces desde el interior del gobierno que envían denuncias contra la actual administración, y estas quedan firmes. La unión hace la fuerza, y son más los que se han unido contra el cabecismo, a pesar de los Mauleones y los malos perdedores.

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