Nacional

Búsqueda tortuosa de desaparecidos en las rutas de la muerte

Desde hace 16 años, familiares de desaparecidos centroamericanos organizan una caravana que atraviesa el territorio nacional para buscar a sus hijos e hijas. Sus vidas se convirtieron en pesadilla desde que dejaron de tener contacto con ellos.

Por Isaín Mandujano

Desde hace 16 años, familiares de desaparecidos centroamericanos organizan una caravana que atraviesa el territorio nacional para buscar a sus hijos e hijas. Sus vidas se convirtieron en pesadilla desde que dejaron de tener contacto con ellos. Para el activista Rubén Figueroa, del Proyecto Puentes de Esperanza, lo paradójico es que las personas migrantes desaparecen –muchas de las mujeres posiblemente sean convertidas en esclavas sexuales– en una región militarizada…

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS. (Proceso).– Sabina Ross Pérez, originaria de Nentón, en el departamento de Huehuetenango, Guatemala, ha buscado a su hermano Elías muchos años. Recuerda que cuando él tenía 14 años dejó su casa y migró hacia territorio mexicano.

Sabe que Elías no fue más allá de Chiapas, que se quedó a trabajar en un rancho de la región de la frontera sur. 

Fue en 2007 cuando el adolescente salió de su casa. Se fue con un tío, quien volvió pocos meses después a Nentón y avisó a la familia que Elías no había querido regresar con él. Les dijo que se había quedado a trabajar en un rancho de Tapachula.

Sabina Ross no sabe nada de su hermano desde hace 15 años. Los padres, dice, le han llorado a Elías durante su larga ausencia. Tras la desaparición de Elías, su madre empezó a enfermarse y decayó su salud. No saben si está vivo.

Y aunque muchas veces le pidieron a su tío una pista para ir a buscar a Elías, éste terminó por hartarse y les increpó, machete en mano, que dejaran de acosarlo, les dijo que si tanto lo extrañaban, fueran por él a Tapachula.

La región de la frontera sur es la pesadilla para los migrantes, principalmente los centroamericanos. Muchos de ellos mueren durante el trayecto, son asaltados y vejados; muchos desaparecen. Cuando dejan de comunicarse con su padres y familiares, éstos comienzan a buscarlos; y esa búsqueda se prolonga años, lustros, décadas.

De acuerdo con un reporte de la Fiscalía de Migrantes entregado a Proceso, de 2008 al 15 de agosto último se han denunciado o reportado como desaparecidas a 587 personas migrantes de 16 países; sólo han sido localizadas 456.

Desde hace 16 años, hombres y mujeres migrantes de Centroamérica, en su mayoría adultos mayores, organizan una caravana que atraviesa el territorio nacional para buscar a sus hijos e hijas. Las jóvenes buscan principalmente a sus padres, quienes los dejaron solos en su lugar de origen o encargados con sus abuelas. Hay quienes buscan a sus hermanos y hermanas, cuyo paradero desconocen.

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