Por:Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Informantes anónimos y mensajes filtrados han denunciado el robo de materiales y hasta vehículos en las secretarías del gobierno estatal. Por la facilidad de engañar en redes sociales y la falta de fuentes seguras, decidimos ignorarlos, pero tomamos nota del asunto para tratarlo en el momento oportuno, cuando hubiera mayor certeza. Ese momento ha llegado hoy.
Como cada lunes, el gobernador electo Américo Villarreal convocó a conferencia de prensa, y se esperaba que hiciera un comentario sobre el nuevo comité directivo de Morena, cuya elección se había resuelto exitosamente, a pesar de los malos augurios. En efecto, habló del tema y estaba satisfecho con el resultado, pero ese no era el objetivo principal de la conferencia. “El gobierno actual está poniendo en riesgo el patrimonio de las familias tamaulipecas”, dijo al inicio, mientras leía un mensaje escrito. Para dejar en claro su idea, el doctor Villarreal fue más directo.
“Se están saqueando las oficinas de gobierno, vendiendo bienes materiales; es decir, están desmantelando nuestras instituciones”. Lo que era tema del dominio público, pero sin fuentes autorizadas, entraba ya a la agenda del gobernador electo. “No permitamos que se lleven lo que pertenece al pueblo”.
El doctor Villarreal dejó de lado los medios tonos y las sutilezas para acusar al gobierno de Cabeza de Vaca de robo en despoblado, es decir, a la vista. Como informadores, nos sentimos halagados de que reconociera la importancia de los medios de comunicación en el desarrollo político y social, pues pidió abiertamente la colaboración de este sector para denunciar el despojo del patrimonio público; también exhortó a todos los testigos a señalar “los saqueos”.
“Hago una atenta invitación a toda la sociedad y a la burocracia misma a que permanezcan vigilantes de cualquier conducta de esta índole y, en su caso, denunciarlo a los medios de comunicación, a quienes les pedimos apoyo en esta causa”.
Que este momento quede grabado en granito: el gobernador electo ha solicitado el apoyo de los medios informativos. Se le dará, por supuesto, pues en una democracia real la prensa forman parte del gobierno igual que los obreros, los maestros, los empresarios, las amas de casa y los profesionistas. Todos formamos parte en el gobierno de facto, que no del institucional, reservado por ley a un número limitado de personas.
Es un hecho que la desastrosa administración de Francisco García Cabeza de Vaca la padecerán el doctor Villarreal, los ciudadanos y los comunicadores. Luego, no solo Américo tiene interés en exigir justicia contra los causantes de la crisis estatal. Es asunto de todos, y por eso hemos informado de ello desde que iniciamos este proyecto editorial. Sentido Común es uno de los sitios que más trabajo de campo y documental ha cubierto al respecto; puede consultarse nuestro archivo digital de manera pública.
Este lunes ha quedado confirmado que el gobernador panista, en sus últimos días como titular del Ejecutivo, está tolerando el desmantelamiento de la administración. “Los exagerados gastos y los desfalcos no los vamos a permitir. Al margen de la ley, nada. Por encima de la ley, nadie”, ha sostenido Villarreal Anaya.
Este ha sido uno de los mensajes más directos lanzados hasta ahora por el gobernador entrante contra Cabeza de Vaca y su administración. Es un cambio digno de celebrarse ya que el reynosense ha sido especialmente virulento contra el doctor y Morena durante la campaña y aún antes. No se merece menos de lo que da.
A pesar del cambio de tono, sigue habiendo ciertas lagunas de indecisión en el discurso del doctor Villarreal, aunque cada vez menos. Pareciera que dos personas le hubieran escrito el mensaje, uno con la intención de confrontar, y el otro sin comprometerse. Pasajes como “el pueblo es sabio y bueno. No pretendan seguir engañándolo”, ya son innecesarios a estas alturas de la transición. Cabeza de Vaca se ha mofado de los morenistas desde que les arrebató el liderazgo del Congreso del Estado, y todavía se ríe a escondidas. Él comenzó la violencia política, y es lógico que la reciba.
Lo más importante es que Américo Villarreal llega al gobierno de Tamaulipas con un bono democrático valioso, un triunfo contundente en las urnas y un respaldo popular férreo ante los malos resultados de Francisco García Cabeza de Vaca y el PAN.
Y con eso en mente, debe ir tras los funcionarios que están hurtando hasta el sacapuntas de las oficinas gubernamentales. Ojalá que esas piezas fueran los únicos faltantes en el proceso de entrega-recepción. En realidad, se han llevado hasta las facturas de los equipos adquiridos, según gente cercana al gobierno. En redes sociales se menciona la compra de iPhones, iMacs, pantallas y portátiles de alta gama para uso de directores, secretarios, asesores y funcionarios de primer nivel. Sin documentos en las áreas administrativas, esos aparatos van a desaparecer fácilmente de las oficinas públicas. Corregimos: no van a desaparecer; se los van a apropiar.
Maquinaria de construcción, camionetas de lujo, vehículos utilitarios, nadie sabe si verán siquiera las llantas de esas unidades. Los reportes son numerosos e imprecisos porque los equipos de transición todavía no inician las reuniones formales de trabajo. Por eso las denuncias públicas serán importantes en esta etapa, como ha reconocido el gobernador electo en su conferencia del lunes.
De esta manera, se gesta la última venganza de Francisco García Cabeza de Vaca, a cinco semanas de convertirse en ciudadano común. Pero, ¿de quién se venga? Morena no ha llegado al poder por la fuerza; lo eligieron los tamaulipecos.
Venganza es la que caerá sobre él por los atropellos cometidos, pero no de propia mano ni personal, sino con el brazo de la ley.