Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez
¿Alguna vez había escuchado el nombre de Luis Lauro Reyes Rodriguez? Yo tampoco. Pues resulta que esta persona es el delegado de los programas federales en Tamaulipas, persona que relevó a Rodolfo González Valderrama pero que se ha manejado como si anduviera de vacaciones; saben que ahí anda, pero nadie lo ve, por su mínimo esfuerzo en sacar la ‘chamba’.
Su historia
Fue alcalde de Güémez por Morena, debido a su mediocridad no le concedieron la reelección y pusieron a alguien más, mientras que a su esposa le consiguió la candidatura por Movimiento Ciudadano, quien no ganó, pero el chiste era seguir en el poder a como diera lugar, el pueblo harto de esta familia y de Morena por su culpa, hizo ganar al PRI; así de complicada estaba la situación con este personaje.
Asimismo, no pudo comprobar la desaparición de 2 millones 700 mil pesos de las arcas municipales, suena una cantidad poco escandalosa, pero este pequeño municipio recibió poco más de 74 millones de pesos de acuerdo al presupuesto de egresos 2022, esos casi 3 millones hubieran sido de gran ayuda para la población con muchas áreas de oportunidad en todos los aspectos. Para entenderlo mejor, se quiso hacer rico en una ciudad con muchas necesidades y pocos recursos; comparado con Reynosa o Nuevo Laredo que reciben anualmente casi 2000 mil millones de pesos; esos 74 son casi nada y todavía Luisito desapareciendo lo poco que dan.
Entre más corrupto, mejores puestos
No conforme con todo el ‘mugrero’ que dejó en esa pequeña y rural ciudad, hasta parece que lo premiaron con la delegación de los programas federales, tan irónico y de no creerse. Uno pudiera pensar que es su oportunidad para redimirse y demostrar que es digno de ocupar tal cargo y estar a la par en cuestión de trabajo con sus antecesores; incluso cualquiera pensaría que aprovecharía la insólita oportunidad que le dieron y se pondría a trabajar ahora sí; pero todo fue igual o peor.
No ha hecho nada relevante y su trabajo ha sido como el de toda su vida, mediocre y gris, llevándosela de muertito hasta que ya no lo aguanten y lo remuevan del cargo, por lo pronto a hacer todas las tranzas que se puedan y obtener beneficios para su persona.
Otra más de la fama que se carga, es que dicen es muy amigo de miembros del PAN, incluso ha recibido al gobernador actual pero no actúa políticamente correcto, sino que se deshace al verlo, le brillan sus ojitos y hasta pudiera ser su motivación. En una visita del cabezón a Güémez incluso dijo que era su admiración de hace muchos años, poquito le faltó para declararle su amor a la vaca mayor.
La gota que derramó el vaso
No conforme con todo lo anterior, en mayo surgió un problema con los empleados sindicalizados de la tercera edad, puesto que estas personas se fueron a sus casas por la pandemia, al regresar se encontraron con que ya habían ocupado sus puestos y ellos se quedaron bailando.
La problemática continua cuando el delegado no los quiso recibir para dialogar acerca del caso, dándoles largas para recibirlos y mientras esto pasaba, los trabajadores de la tercera edad sin recibir su sueldo y desplazados por personas de la confianza de Luis Lauro.
Todo esto puede servir de ejemplo para el futuro gabinete estatal, pues rondan unos nombres con nula credibilidad, pero con la cola muy larga. Si seguimos el patrón y gente como Olga Sosa, Erasmo González Robledo, Adriana Lozano y un largo etcétera obtienen un puesto de primer nivel, se pudiera tener un pronóstico de lo que nos espera a los tamaulipecos, un pronóstico desafortunado y triste.
