La Comuna
Reynosa: el trío desleal
José Ángel Solorio Martínez
Makyito Peña Ortiz, alcalde constitucional de Reynosa, Tamaulipas, está a dos fuegos. O más bien: a dos conjuras. La instrumentada desde el panismo estatal y sus instituciones de Justicia y la operada por un panismo-morenismo, representado por una tríada de Judas: el secretario de Obras Públicas, Eduardo López Arias; el secretario del Ayuntamiento, José Luis Márquez Sánchez y el gerente general de la COMAPA, Roberto Rodríguez.
Esos sujetos, se han apropiado del aparato administrativo del Ayuntamiento, para utilizar en su beneficio las inversiones en obra pública y los egresos de la ciudad.
Los tres, porción de un panismo converso, siguen operando en afinidad con el PAN tamaulipeco, compartiendo información incluso del alcalde Peña Ortiz.
En parte, los consejos fallidos de esos burócratas desleales, llevaron a Makito a desestimar la embestida judicial en su contra. Es decir: actuaron en paralelo a la acción de la Fiscalía del estado y la Unidad de Inteligencia Financiera local, para hacer del jefe edilicio un perseguido de la justicia.
¿Por qué, los asesores jurídicos, dentro de los cuales está el secretario del Ayuntamiento, aconsejaron a Makyito no asistir ante la autoridad judicial con sede en San Fernando para aclarar su situación legal?
¿A quién beneficia, la incertidumbre generada por la ausencia del alcalde?
Como en las novelas policiacas: hay que buscar quién sale ganando ante esa circunstancia.
¿Quién maneja los mayores gastos de la ciudad, que justamente radican en la obra pública?
No se requiere quebrarse mucho la cabeza: los gananciosos ante el mar revuelto que es hoy Reynosa, son Márquez Sánchez, López Arias y Roberto Rodríguez.
Siguen accionado con gran confianza sus truculencias con el tesoro público de la ciudad, por la complicidad que han generado con las instituciones estatales; justo, las que mantienen en huida a su jefe Peña Ortiz.
El berenjenal en que metieron a Makyito, es de largo aliento. No se solucionará el 1 de octubre con la llegada de Américo Villarreal Anaya a la gubernatura, toda vez que el proceso que se le sigue tardará tiempo para desahogarse.
Ese tiempo que el alcalde Peña Ortiz, andará a salto de mata, correrá a favor de la tercia malévola, que continuará con su ejercicio de saqueo y de traición. Ha tratado incluso, de sumar cómplices en el Ayuntamiento para profundizar en su tarea de pillaje; la secretaria de administración, Zulema González Beas, ha resistido las presiones y ofertas de los tres alegres saqueadores.
A quien han seducido, es a la Tesorera, Esmeralda Chimal, que ha exhibido intensas cualidades para la acumulación de dinero fácil. (Tiene un proceso abierto, por un inexplicable faltante millonario en el ejercicio de presupuesto en el trienio de Maky Ortiz).
La ausencia del alcalde reynosense, ha dejado un hueco monumental de poder. Espacio, que ha sido cubierto por esos políticos que se han vestido de morenistas pero siguen trabajando para el PAN.
Makyito, desde el extranjero, ha perdido los hilos de control del Ayuntamiento. La doctora Maky, está a punto de ser despojada del control de la ciudad.
El avieso triunvirato, es la auténtica autoridad en la ciudad.
Algunos asesores cercanos a la ex alcaldesa Ortiz Domínguez, ya la alertaron de esas circunstancias.
Ellos, esperan el manotazo de la doctora.
Márquez Sánchez, López Arias y Roberto Rodríguez, ya iniciaron la entrega del Ayuntamiento al panismo estatal.
¿Doña Maky, permitirá tal felonía?
Makyito, con todo y el acalambre, sigue en su periplo por los mejores antros del Valle de Texas.
Ante la diáspora de sus aliados, sólo le resta confiar en su mamá.