Sin Filtros; Por: Brenda Ramos
Cientos y hasta miles de millones de pesos de inversión a lo largo de los años en la carrera política de la familia Peña Ortiz se han ido al excusado, pues el alcalde con licencia Carlos Peña, legalmente ha perdido su facultad para seguir gobernando Reynosa.
Recapitulando brevemente los acontecimientos, la situación inicia cuando el pasado 24 de mayo se aprueba la licencia para el alcalde, que, de acuerdo con el código municipal, solo debió durar 15 días. Extrañamente y contrario a todo lo que quiere aparentar Carlos Peña sobre ser un político rebelde que no le importa el que dirán o las opiniones negativas en su contra, apareció en sus redes sociales asegurando que su ausencia se debía a celebrar su graduación de la maestría cursada en la prestigiosa escuela Harvard; muy buen cuento, como los del siglo pasado cuando había un embarazo fuera del matrimonio de las familias de la alta sociedad, las cuales enviaban a sus hijas al extranjero con excusas de visitar parientes lejanos sólo para evitar el escándalo.
La realidad de la situación se hizo evidente con el pasar de los días, Carlos huyó por la orden de aprehensión en su contra, los días han pasado y el tiempo de su licencia de 15 días a expirado así como también se terminaron los 10 días posteriores a esta que se describen en el artículo 33 del código municipal del estado de Tamaulipas; una vez vencido este plazo, es responsabilidad del Cabildo nuevamente de acuerdo con el reglamento artículo 34 enviar una terna al congreso del estado para que designe a los sustitutos.
Sin embargo, el cabildo ha decidido blindar al alcalde ilegalmente, haciendo caso omiso del código municipal vigente, ya que el tiempo que tenía el alcalde sustituto José Alfonso Peña para estar al frente de la ciudad, expiró y es su responsabilidad hacer cumplir la ley, o de lo contrario todos y cada uno de los síndicos y regidores tendrán que enfrentar las consecuencias legales por rehusarse a hacerlo.
Lo cual al pasar de los días se convierte en un problema más grave ya que de acuerdo con el artículo 37 del ya mencionado código, todo el ayuntamiento podrá ser suspendido cuando promueva, acuerde o ejecute: “violaciones graves que afecten a los intereses del municipio” , como lo es dejar intencionalmente a Reynosa en la transgresión de no designar un alcalde que reemplace a José Alfonso Peña el cuál legalmente ya no debe estar al frente del ayuntamiento, lo cuál de acuerdo al inciso V del mismo artículo se considera “violación intencional y grave para los acuerdos de coordinación” de Reynosa, lo cual “imposibilita a los miembros del ayuntamiento a cumplir con sus funciones” de acuerdo con el apartado VI.
Y aunque sabemos que la familia Peña Ortiz no es muy fanática de hacer respetar y cumplir las leyes que rigen nuestro estado, deberán aceptar que se encuentran legalmente derrotados y tienen que ceder el trono de Reynosa a uno de los candidatos que elija el congreso del estado de la terna que es obligación del cabildo enviar.
Lo cual no es un capricho ni de la oposición, ni de los enemigos políticos de la familia Peña Ortiz o especulaciones de la prensa, simplemente es lo que la ley dice en el artículo 38 del Código municipal, al cual nos hemos apegado para hacer todo el análisis del día de hoy:
ARTÍCULO 38.- Son causas para la suspensión o revocación del cargo de un miembro del ayuntamiento:
II.- Abandonar sus funciones por un período que exceda de diez días consecutivos sin causa justificada.
V.- Haber sido condenado a sanción privativa de libertad por delito intencional, mediante sentencia que haya causado ejecutoria.
VII.- La incapacidad física o legal que limite cumplir debidamente con el ejercicio de las atribuciones de su cargo
X.- Haberse dictado en su contra auto de formal prisión o estar sujeto a juicio político.
XII.- En general cuando exista un impedimento de hecho o de derecho que lo imposibilite para cumplir con su función.
Para finalizar, y si Carlos aún desea conservar el Reino que le costó a los Cantú Barragán y a su empresa TRACOTAMSA cientos de millones de pesos invertidos, deberá salir de su escondite y no solo para comer paletas de la michoacana y hacer videos en la plaza, sino para enfrentar la vida real, y las consecuencias de no respetar ni hacer valer la ley, por enésima ocasión.
