Identifican a homicidas de las periodistas Yessenia y Johana
El asedio contra la prensa apenas da respiro en México. La lista de periodistas asesinados ha engordado este año a pasos agigantados y se ha vuelto un tema espinoso para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. A días de haberse registrado los últimos dos homicidios, el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, ha anunciado avances en las investigaciones de los crímenes contra la prensa que ya alcanzan los 11. Las autoridades han informado que fueron identificados los asesinos materiales de la reportera Yessenia Mollinedo y la camarógrafa Sheila Johana García, acribilladas este lunes cuando estaban estacionadas frente a una tienda en Cosoleacaque, en el sur del Estado de Veracruz. Además, Mejía ha dicho que tienen identificados a los «probables» asesinos del periodista Luis Enrique Ramírez, hallado muerto el 5 de mayo en Sinaloa. El funcionario ha deslizado que no hay elementos para asumir que los homicidios están vinculados a su trabajo, y que las muertes pueden estar asociadas al crimen organizado.
«Podemos afirmar con toda responsabilidad que ya se tienen identificados a los presuntos autores materiales por parte del Ministerio Público y que pronto se espera su detención», ha dicho Mejía este jueves en la conferencia matutina junto al presidente. El Gobierno no ha querido hacer públicos los nombres de los buscados, según han dicho, para no prevenirles y puedan huir de la justicia: «Evidentemente, no se quiere alertar a los perpetradores, pero están identificados plenamente». El coche en que se encontraban Yessenia Mollinedo y Sheila Johana García recibió 16 impactos de bala el pasado 9 de mayo. Dos hombres que viajaban en una motocicleta les dispararon a través del cristal del vehículo cuando estaban estacionadas frente a un Oxxo.
SECUESTRADO Y ASESINADO
El Ejecutivo ha informado además de los avances en el otro crimen reciente que ha conmocionado al gremio. El cuerpo sin vida de Luis Enrique Ramírez fue encontrado el pasado 5 de mayo en Culiacán, Sinaloa. De acuerdo a lo relatado por las autoridades, el reportero fue obligado el 4 de mayo a subirse a un coche, estuvo secuestrado durante varias horas y su cadáver apareció posteriormente envuelto en plástico en un camino de terracería. La autopsia determinó que murió por un fuerte golpe en la cabeza, pero Mejía ha afirmado que además tenía una herida de bala en la pierna izquierda. Ramírez había denunciado amenazas y se había integrado al mecanismo federal de protección para la prensa en 2015, pero actualmente se encontraba fuera del esquema, ha dicho el funcionario. «Ya se tienen identificados a probables responsables, pero que por un asunto de debido proceso y sobre todo para que no se sustraigan de la justicia no podemos dar cuenta», ha agregado.