Deja ataque con misil decenas de muertos
Un ataque del ejército ruso con un misil contra la estación de tren de Kramatorsk ha matado este viernes al menos a 52 personas, cinco de ellas niños, y ha herido a más de un centenar, cuando cientos de civiles intentaban huir a zonas más seguras del país. La mayoría eran menores, ancianos y mujeres. La ciudad de Kramatorsk, de alrededor de 150.000 habitantes, está en el norte de la provincia de Donetsk, donde se concentran los ataques de Rusia para tomar el control completo de la región de Donbás.
El ataque a la estación de Kramatorsk
Las fuerzas invasoras rusas eran plenamente conscientes de que la estación es un punto de evacuación hacia el oeste del país, según ha asegurado el Ministerio de Exteriores de Ucrania. «Es el mal sin límites», ha denunciado el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, sobre el ataque. El mandatario también ha expresado su condena al ataque a través de su perfil de Telegram: «Están destruyendo cínicamente a la población civil. Si no se castiga, nunca se detendrán». Zelenski ha apuntado, además, en una comparecencia telemática ante el Parlamento de Finlandia, que en la central ferroviaria alcanzada por dos proyectiles no había presencia de militares ucranios.
El alcalde de Kramatorsk, Oleksandr Honcharenko, ha estimado que en torno a 4.000 personas, sobre todo, mayores, mujeres y niños, esperaban en la estación la llegada de los trenes. El Ayuntamiento ha informado de que los hospitales están saturados de heridos y que ha tenido que llamar a personal sanitario de otros municipios. «Tenemos muchos casos de personas a las que les están amputando brazos y piernas, tenemos hasta 40 cirujanos trabajando sin parar». Frente a la estación de Kramatorsk, según las fotografías y vídeos obtenidos por la prensa desplazada a la zona y difundidas en redes sociales, se veían varios automóviles carbonizados y los restos de un misil. El lugar estaba sembrado de maletas abandonadas, vidrios rotos y escombros, y había sangre por todas partes.
El ataque contra la población civil en la estación coincide con la visita que realizan a la capital ucrania, Kiev, el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Borrell ha condenado «enérgicamente» el lanzamiento de misiles contra la estación de Kramatorsk y ha manifestado que se trata de un «nuevo intento de cerrar las rutas de escape para los que huyen de una guerra injustificada, causando sufrimiento humano».
Por su parte, el Kremlin, que desde el pasado 25 de marzo ha situado como prioridad en su estrategia militar la conquista de Donbás (que incluye las provincias de Donetsk y Lugansk), ha negado que sus tropas bombardearan la instalación. Han calificado las informaciones de «provocaciones». En la misma línea, los rebeldes prorrusos de Donetsk han acusado a Kiev de la matanza. «El Ejército ucranio ha atacado con cohetes Kramatorsk», según ha recogido la oficina de defensa territorial de las milicias, citada por la agencia rusa Interfax.
Según los separatistas, el ataque fue llevado a cabo con un misil Tochka-U, cuyos fragmentos cayeron en las inmediaciones de la estación de tren. Varias fuentes progubernamentales rusas han afirmado en Telegram que el ejército ruso no tiene ese tipo de misiles en su arsenal. En los restos de uno del proyectil hallados junto a la estación de Kramatorsk se podía leer la frase escrita en ruso «por nuestros niños». El gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, ha acusado a las tropas del Kremlin y ha asegurado que el misil que impactó en la estación era un Tochka-U de corto alcance que se había cargado con munición de racimo. El misil cayó a las 10.30 hora local (09.30 en la España peninsular). «Era un misil Tochka, una bomba de racimo», aseguró a France Presse un agente de policía en el lugar de los hechos. «Explota en varios lados, sobre una superficie del tamaño de un terreno de fútbol», explicó.
VARIOS UNIFORMADOS Y CIVILES trasladan los cuerpos sin vida de las víctimas del ataque contra la estación de tren de Kramatorsk, este viernes.
MILITARES Y PERSONAL DE EMERGENCIAS, junto a varios cadáveres tras el ataque en la estación de Kramatorsk.