En lo oscurito
Por:Rodrigo R.
Ciudad Victoria.- ¡La primavera ha llegado al sur de Tamaulipas, y el cuerpo lo sabe! En la mente de locales y visitantes solo hay un pensamiento: ir a playa Miramar.
Los preparativos para recibir a los turistas están en marcha, y la coordinación entre Tampico y Madero y las autoridades estatales es impecable. Solo existe un pequeño detalle que pudiera desagradar a algunos.
A playa Miramar solo podrán entrar hasta 60 mil personas diariamente; ni una más. Esta cifra representa el 90 por ciento del aforo al balneario, según la Secretaría Estatal de Turismo.
90 por ciento es el cupo máximo permitido para eventos masivos conforme a las medidas emergencia sanitaria. Estamos en semáforo epidemiológico verde, ciertamente, pero aún persiste el riesgo de contraer el coronavirus.
Esperamos que todo salga bien, pero 60 mil personas diarias nos parecen pocas para las turbas que desembocan en playa Miramar en esos días, y habrá seguramente molestias cuando a media fila, después de aguardar horas, les nieguen la entrada y los obliguen a regresar porque el cupo se ha llenado.
Mientras llega la Semana Santa, las autoridades han preparado ya un operativo de seguridad para el denominado “playazo”, que varios jóvenes han anunciado ya. Esta vigilancia estará a cargo de elementos del Ejército Mexicano, la Marina Armada de México, Guardia Nacional, Policía Estatal, Dirección de Tránsito y Protección Civil.
Esta temporada de vacaciones será una verdadera bendición para taxistas, vendedores, comerciantes, hoteleros y todos los giros relacionados con el turismo y los servicios.
Otra buena noticia para la zona conurbada son los 40 millones de pesos asegurados para la reparación del Estero del Camalote, que son los diques por donde se fuga el agua dulce y se pierde el embalse necesario para consumo humano.
La mitad ya están comprometido por el gobierno federal, y el otro 50 por ciento lo aportarán los gobiernos estatal y municipales junto con la iniciativa privada. Son recursos indispensables para le mantenimiento de diques y la corrección de diversas fugas.
Los gobiernos de CHUCHO NADER y de ADRIÁN OSEGUERA KERNION son los más interesados en el éxito del proyecto después de la crisis causada por la escasez de agua de 2021, primero, y después por la salinización del líquido debido al bajo nivel de la laguna de captación.
El único temor es que el proceso de revocación de mandato, que ocupa todo el interés del gobierno de la república, vaya a frenar o a posponer el flujo de los recursos federales.
De la importancia del agua para la zona recién acaba de hablar Íñigo Fernández, presidente del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas. Pidió a la población que haga conciencia del uso y consumo del agua, ya que se prevén pocas lluvias y el peligro de desabasto siempre está presente. Se agradece su preocupación, pero el buen juez por su casa empieza. Si el señor Fernández quiere aconsejar sobre el uso racional del agua, que lo haga con sus socios, ya que muchas empresas tienen a veces trato preferencial y pagan menos de lo que consumen o desperdician demasiado el elemento. Más humildad, por favor, señor Fernández.
La historia negra de Altamira no parece tener fin. Los pobres habitantes deben padecer al alcalde ARMANDO MARTÍNEZ MANRIQUEZ y a la incompetente jefa de Comunicación Social. Pero el gabinete completo, en realidad, es un fardo incapaz de resolver los problemas de la gente y aliviar sus necesidades.
Los altamirenses cargan ahora con un elefante blanco: la Fiscalía Especializada en la Investigación de Delitos contra niñas, niños y adolescentes, y delitos Contra Mujeres Por Razones de Género, nombre rimbombante pero necesario para denominar un función fundamental.
Se inauguró el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, pero no ha vuelto a tener una figura humana en su interior. Carece de titular, de adscritos y de personal administrativo. Está cerrada. Es un edificio de habitaciones y escritorios vacíos, como un despacho fantasma.
Parece haber sido construido para que las autoridades estatales se tomarán una fotografía y no lo usaran para nada más, como si fuera un escenario teatral. Un episodio más, por cierto, de la tragicomedia de Francisco García Cabeza de Vaca.
Solo se puede tomar como una burla a la sociedad altamirense, donde el 25 de marzo un hombre entró a robar al departamento de una joven madre y aprovechó para violarla delante de su hijo de 5 años. De este crimen ya hay un detenido, llamado Jeremy Javier “G, aunque apenas iniciará el proceso para saber si es culpable.
En Altamira hasta las obras son falsas, excepto los delitos.
