En un contexto claro, preciso y exacto, me atrevo a escribir la siguiente columna, dando a conocer algo que todos sabemos, que vemos a diario pero que no identificamos de manera correcta.
Empiezo con la «Primera Clase»
Presidentes municipales, gobernadores, secretarios de gobierno, altos funcionarios y empresarios de alta gama, si…esos meros, los que a diario vemos en las noticias ya sea en el periódico, la televisión o las redes sociales, esos mismos que salen abrazando a la «Tercera Clase», entregando bolsitas de dulces de esas de «promo» de las de $10 pesitos, bolochonas, pero que no traen nada más que ilusión, esa «Primera Clase» que se toma la foto entregando tinacos ( que no son gratis, hay que pagarlos en el recibo de agua) esa «Primera Clase» que sube sus fotos en redes sociales en su «humilde casa» con un pino de navidad que fácilmente tiene el costo de toda una mensualidad de trabajo de esa «Tercera Clase» que les paga sus sueldos ostentosos, si señores, esa «Primera Clase» privilegiada por el destino, que hablan todos los días de las necesidades de la «Tercera Clase», pero que nunca han experimentado sus carencias, esos mismos que se ofenden por los altos costos de la gasolina, pero que viajan en autos de lujo o al menos nuevecitos de paquete, si, esos que en algunos fraccionamientos de la alta alcurnia reciben hasta la puerta de su casa la despensa del mes que les otorga el gobierno ( no me creen??? dense una vuelta por esos lugares y pongan un poco de atención) esos mismos que tienen hasta 3 tinacos patrocinados por la Fundación María Trinitaria, que es una Fundación para apoyar a los que menos tienen……será???
Seguimos con la «Segunda Clase», esos que forman la estructura principal del gobierno o de las empresas que generan el movimiento de la economía en el país, los burócratas que tienen ciertos privilegios ( muy lejanos a los de la Primera Clase», pero también hay que decirlo, lejos de los de la «Tercera Clase».
Esa «Segunda Clase» que ha ganado ciertas prestaciones, que le permiten poder sobrellevar las cosas sin tantos apuros, pero de desafortunadamente están sujetos a lo que la «Primera Clase» determine.
Y finalmente la «Tercera Clase» ahí donde se encuentra la inmensa mayoría de los mexicanos, ahí donde en la cena de navidad un pollito asado o unos tamalitos de frijoles son el manjar a disfrutar, nada de pavo, nada de salmón, nada de champagne, ahí es caguama, sidra y coquita, en el peor de los casos una agüita de limón, así es la pobreza, así es la marginada «Tercera Clase», y donde la «Primera Clase» agradece su excelente suerte de que esa clase inferior sea la que sustenta sus lujos, así es la vida, así es México, con sus 3 clases sociales.
LA VERDAD NO PECA…..PERO COMO DUELE!!!
Seguimos platicando…..pero mañana!!!
