Política

La Comuna

Gustavo Cárdenas y los levanta-dedos

José Ángel Solorio Martínez

La mayoría de los miembros de la Legislatura local tamaulipeca, exhiben en sus discursos, fragorosas posiciones políticas progresistas. Los morenistas, incluso aquellos y aquellas, que traicionaron los principios de la IV T enfermándose en momentos álgidos parlamentarios, dicen morirse en la raya por el lopezobradrismo; los panistas, dicen defender al pueblo pero recomiendan a los ciudadanos pagar más impuestos para ayudar al pueblo -¿?-; y los priistas, ahora que se dicen anti-neoliberales, defienden políticas neoliberales como achicar el gasto social, pagar descomunales sueldos a la alta burocracia, erogar bajos salarios a los trabajadores y para coronar esa forma de gobernar, defienden el crecimiento y desarrollo sociales mediante empréstitos.
Las posturas en el Congreso, son transparentes; no se pueden ocultar. Se vota a favor o en contra de una iniciativa -incluso una abstención cuenta- a ojos vistos.
Nadie puede esconder la cruz de su parroquia.
Los diputados priistas Edgar Melhem Salinas y Alejandra Cárdenas, ya enseñaron su verdadera piel. Y se infiere, que en las próximas sesiones se pintarán de azul más intenso. Ya lo mostraron al votar a favor del re-emplacamiento; a pesar de que se dicen defensores de los intereses populares.
Destaca sobre esa hoguera de falsas pasiones, el diputado Gustavo Cárdenas Gutiérrez.
Sin hacerla mucho de escándalo, se ha sumado a la mayoría morenista en una lógica impecable: apoyará las iniciativas que vayan en defensa de la sociedad.
Sin duda, con la más contundente experiencia parlamentaria -ha sido diputado federal, diputado local, senador de la república- en el Poder legislativo local, ha mostrado un colmillo retorcido que está llenando de agua al molino de su partido, el Movimiento Ciudadano.
El legislador victorense, no tiene nada que perder. En su nueva etapa como actor político, parece estar más allá del bien y del mal de la clase política emergente y de los protagonismos de ella que tiene avidez de reflectores y de medallas de reconocimiento.
Gustavo ya vio pasar sus mejores batallas.
Enfrentó con éxito, desde la alcaldía victorense al gobernador Manuel Cavazos Lerma, cuando el PAN era una fuerza de pequeño empaque y el PRI encabezado por el economista matamorense, tenía mayorías absolutas en todas las instancias de los Poderes a nivel federal y estatal.
Le correspondió, ser parte de la consolidación del panismo tamaulipeco de donde fue desplazado por el panismo fronterizo.
Hoy, Gustavo, tiene la posibilidad de cerrar como uno de los mejores diputados locales en la última década.
Los otros -Melhem, Alejandra Cárdenas, y otros de corte morenista- van en el tobogán, que los llevará a la repugnante sala de los levanta-dedos.

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