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Américo: intento de madruguete al estilo prianista Por :Mauricio Fernández Díaz

Ridículamente busca influir en comisión electoral con notas pagadas

Ciudad Victoria.- Por primera vez en la historia de Tamaulipas, a nadie le interesa saber quién será el candidato del PAN o del PRI, los únicos partidos que han gobernado la entidad. La causa de este desaire son los estudios de preferencia electoral, que marcan como ganador a Morena en las próximas votaciones de 2022; le asignan 20 puntos porcentuales de ventaja, si no más. Hay un abismo entre este partido y el segundo lugar, el PAN.

Con Morena como seguro ganador, la clase política ha puesto sus ojos en el proceso de selección de este instituto. Ya se sabe que compiten Rodolfo González Valderrama, Adrián Oseguera Kernion, Américo Villarreal Anaya, José Ramón Gómez Leal, Héctor Garza, el “Guasón”, Maki Ortiz Domínguez y Olga Sosa Ruiz. El método: encuesta abierta. Los ensayos practicados hasta ahora muestran resultados similares entre aspirantes, y el grado de error no permite declarar ganador. Este inconveniente no ha detenido al doctor Américo Villarreal para declararse, a través de personeros, como el mejor posicionado.

Adelantarse, filtrar, sembrar rumores (“dicen en México” “lo confirmó gente cercana”) es una estrategia recurrente en este tipo de lides en que el poder está en juego. Busca generar conformismo, aceptación, ignorancia. Si ya hay un ganador, ¿qué sentido tiene aferrarse a la esperanza? ¿Para qué promover a alguien un día más? Incluso, es una inducción al voto entre personas vulnerables a estos mensajes subliminales y a los sectores indecisos. Entonces, en efecto, se consuma la imposición y sale como candidato la persona equivocada.

No queremos afirmar que Américo carezca de votantes o de seguidores, pero es necesario hablar con claridad del proceso interno de Morena: aún no hay ganador, aún no hay cómputo de votos ni acta de resultados. Nada. Ningún periódico ni columnista forma parte de la Comisión de Elecciones del partido. Ya se acerca la etapa final con el desenlace definitivo. No es Américo, como tampoco es Rodolfo, Héctor, Adrián y los demás. Todos siguen en la carrera por ver quién llega a la meta. Esa es la única verdad oficial hasta este momento.

Ya mencionamos la manipulación que puede provocar en las personas consultadas estas difusiones prematuras. Pero hay un daño todavía más serio para la buena marcha del proceso: influir en los funcionarios y órganos de Morena encargados de resolver la designación, convencerlos de que las mayorías ya eligieron a uno, de que en la calle ya tiene candidato y de que el partido solo tiene que plegarse a esta voluntad. Es una forma de chantaje a las autoridades partidarias: ‘Tenemos ganador. Si no lo reconoces, reventaremos la interna’. Es como un secuestro psicológico que no le da opciones a la persona sometida si no es bajo las condiciones que se le imponen. Esta también es una estrategia muy presente en conflictos sociales por la influencia que llega a ejercer sobre las partes involucrados. Al final, son trampas, señuelos de verdad que engañan a los más desprevenidos o a los novatos de la política.

A estos novatos, justamente, los ha impresionado la noticia de Américo Villarreal como ganador de la interna morenista, aunque el partido no haya dicho nada. Pese al ruido y la notoriedad logrados, la mayor parte de las personas ha desacreditado esta versión y espera que el órgano electoral dirima el asunto. Queda un hecho preocupante por aclarase, sin embargo.

Esta celada para apoderarse de la candidatura debe tener operadores y oficiosos que echaron a andar la maquinaria de engaño. Se requiere una acción concertada, colaboradores y hasta dinero para movilizarla. No necesariamente ha dependido del doctor Villarreal esta tarea; también puede salir de simpatizantes con poder, de padrinos y grupos interés que prefieren a Américo como gobernador para obtener un beneficio personal.

Ese grupo que apoya a Villarreal Anaya no es otro que el de varios políticos y empresarios victorenses que cayeron en el olvido después de la administración de Egidio Torre, aunque incluso éste les rebajó las oportunidades. Con Cabeza de Vaca, muchos hasta migraron del estado por la falta de contratos y de cercanía con el poder. Américo representa para ellos la esperanza de regresar al tráfico de influencias y a los negocios amparados por el poder público. Ellos son los autores de la noticia y de los rumores de que todo está resuelto en Morena para favorecer al hijo del ex gobernador.

Citarlos aquí sería darles notoriedad y verdadera influencia, y este espacio, al contrario, es denuncia. Pero si le interesa conocerlos, busque el rastro de los colaboradores de Eugenio Hernández Flores, así como de sus amigos y proveedores, y tendrá a la vista al grupo promotor de Américo Villarreal Anaya. Algunos deberían estar en prisión por los innumerables perjuicios a la hacienda pública. Otros podrían estar enfrentando procesos judiciales por la misma causa.

Se trata del Grupo Victoria, que busca agarrar su tercer aire y quiere influir en la selección del candidato de Morena. Creen que tratan con el PRI, con el PAN o con el PRD.

Cualquiera que se la decisión final, van a acabar sorprendidos de lo que vendrá. Toda su conspiración habrá sido inútil.

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