Ciudad Victoria.- Tampico ha tenido su edad de oro como fuente de riqueza para la región; Ciudad Madero también ha conocido su época dorada. Pero el futuro como potencia económica parece haber elegido a otro municipio de la zona: el puerto de Altamira.
Es cuna de los padres fundadores del Tampico moderno y por añadidura, de Ciudad Madero. Una combinación de malos gobiernos y políticas antipopulares la rezagaron con relación a sus vecinos y parientes. En los últimos años, el dinamismo del puerto industrial provocó un crecimiento descomunal de la ciudad, expandió la mancha urbana e incrementó la necesidad de servicios básicos.
El único partido con una oferta social, de apoyo a grupos vulnerables y pequeños productores, es Morena. Y Altamira ha tenido la fortuna de contar con un alcalde extraído de este partido, Armando Martínez Manríquez.
“Altamira está llamado a ser, en dos o tres años, el puerto número uno del país”, asegura el alcalde, al finalizar una sesión del Cabildo, en entrevista exclusiva para Sentido Común.
Se predica con el ejemplo, dice un proverbio famoso. Y Armando Martínez demuestra con los hechos lo que otros presumen de palabra. No usa choferes, guardaespaldas ni camionetas blindadas. Él conduce su propio vehículo, el mismo que utilizó en campaña, y comienza su jornada de trabajo con las primeras luces del día y acaba cuando el cielo oscurece por completo. Incluso, no tiene empacho en admitir que los altamirenses lo eligieron por el afecto que le guardan a Andrés Manuel López Obrador.
“Después de 32 años que tardé para ser presidente municipal, quiero decirte que me preparé tanto profesional como políticamente para ocupar este honroso cargo”, nos explica Armando Martínez, sin poses ni falsa modestia. Se trata, probablemente, del hombre que más ha esperado la oportunidad de servir a su municipio.
Ha sido jefe de la Oficina Fiscal Local, diputado local por el distrito XII (1996-1998), director de planeación de Copladet (1999) y nuevamente diputado local por el mismo distrito (2005-2007). Su conocimiento de Altamira, de su economía y composición social, es privilegiado y lo hace competente para atender sus problemas.
“Altamira son 38 Ciudad Maderos, 18 Tampicos, 350 colonias, 40 ejidos. Entonces, Altamira tiene muy diversa su población, pero por su crecimiento y del desarrollo que tiene en la industria y el comercio está haciendo que cada vez se demande más y más pavimentación”. De acuerdo con el alcalde, la ciudad tiene un rezago de 90 por ciento en pavimentación.
Por tal motivo, la administración municipal 2021-2024 que encabeza ha propuesto un incremento de 153 a 307 millones de pesos únicamente para obras de pavimentación. Quiere lanzar una campaña intensiva de construcción de calles apenas inicie el ejercicio fiscal 2022. Por lo pronto, ya cuenta con el aval del Cabildo para aumentar estos recursos e iniciar los trabajos.
Comprometido con el interés de los altamirenses, sin sacrificar las necesidades del municipio por motivos políticos, Armando Martínez presentó al Gobierno del Estado una propuesta para que financie 14 proyectos de pavimentación con una inversión de 130 millones de pesos. Reconoce que su petición ha sido recibida con respeto, con alto sentido de responsabilidad, y en un ambiente de cordialidad.
También ha logrado un asiento, con voz y voto, en el consejo de administración del Sistema Portuario Nacional de Altamira S.A. (Asipona), que vino a sustituir a la anterior Administración Portuaria Integral (API). Cuanto pida, proponga, apruebe o vete el municipio, será respetado por el organismo a cargo del Puerto Industrial.
Pero las relaciones entre este operador y el municipio son impecables y amistosas. Muestra de ello es la solicitud, aceptada por el Puerto Industrial, de donar 6 hectáreas a la ciudad para construir un Hospital General con servicios de Alta Especialidad.
Y el futuro le sonría al puerto de Altamira. Próximamente, se instalará una terminal de almacenamiento de combustibles con una inversión de 200 millones de dólares, de acuerdo con información del propio Sistema Portuario Nacional de Altamira S.A. Esto representa empleos, contratos, comercio; en una palabra, riqueza.
Armando Martínez quiere ahora impulsar la actividad turística y potenciar aún más la oferta de servicios de la ciudad. Este fin de año se presentará un festival de globos aerostáticos de calidad internacional, y se prepara una ceremonia para recibir al Año Nuevo en la laguna del Champayán, donde habrá fuegos pirotécnicos, música y diversión.
En resumen: Armando Martínez Manríquez ha obtenido una serie de logros en solo dos meses: aumentar a 370 millones del presupuesto de obra pública, tramitar un presupuesto de 130 millones de pesos con el gobierno del estado, una donación de 6 hectáreas de terreno del puerto industrial para construir un hospital, confirmar un proyecto de 200 millones de dólares para reactivar la economía y diversas actividades turísticas y de entretenimiento.
Estos y otros avances enfilan a Altamira a ser el primer puerto de México, como sostiene el alcalde.
Para Tamaulipas, no obstante, ya es la primera zona industrial del estado.
