Política

Firma Kafka, el actual escenario político tamaulipeco

José Ángel Solorio Martínez

La política tamaulipeca, mucho tiene de surrealista, de bizarra, de absurda. La alcaldesa de Reynosa, Tamaulipas, fue destapada por el alcalde electo de la misma ciudad, hijo de ella misma -el Makito- para la gubernatura de Tamaulipas. Dijo, que ella era la única que contaba con todas las atribuciones para serlo, en su nuevo partido -de él y de su mamita: MORENA-. De un manotazo, sacó de la jugada a los demás aspirantes lopezobradoristas: Américo Villarreal Anaya, Adrián Oseguera, Rodolfo González Valderrama, Héctor Garza González y Mario la Borrega López. El chico, que presume un diploma de la prestigiada Universidad de Harvard, sospecha que la política y la administración pública que le enseñaron en Boston, Massachusetts, es una calca de la política y la administración pública que se practica en la hirviente y polvorosa frontera tamaulipeca. Más con el impulso del amor materno, que por convicción, Makyito, sueña no con gobernar su pueblo, -eso parece ser un reto superado gracias a doña Naborita, versión Reynosa- anhela ahora ver como gobernadora a su poca reputada madrecita. ¿Habrá visto, tanta ingenuidad en tan poca cabecita? Makyito, no aprendió nada en aquella famosa institución educativa. Los dólares invertidos en una relevante escuela para acrecentarle su capital cultural resultó un fiasco. Fue dinero de los reynosenses, de los tamaulipecos, tirado al cesto de la basura. La fisura por la cual Maky y el Makyito, pretenden arribar a la IV T, es la más sencilla y la más práctica: la equidad de género. Sin militancia, sin convicciones, con severa tenencia por la traición, cada día con menores consensos en su pueblo, la alcaldesa reynosense, ha sumado a su estrategia de victimización, la de su condición de mujer. La postulación de Maky por Makyito, sólo refleja el reducido -y cada día más achicado- grupo de influencia de la aún alcaldesa. Tiene que echar mano de su familia para entrar a la puja por la candidatura de MORENA a la gubernatura. Y eso, se visualiza patético. Ya no son líderes políticos reynosenses, los que se pronuncian para llevarla a la gubernatura; mucho menos, se refleja que militantes relevantes de partidos políticos la apuntalen; y menos, de representantes de esas organizaciones políticas a nivel estatal que la promuevan. Nada de eso. Ahora, hace uso del Príncipe de su casa para aparecer en la lista de los precandidatos morenistas del 2022. Decir que Makyito tiene poca progenitora, sería un insulto. Afirmar, que Maky, tiene un vástago de pocas luces, sería igualmente un agravio. (Finalmente, la gubernatura es un sueño de millones de tamaulipecos). Para no meternos en camisa de once varas, diremos: “En el caso que nos ocupa, es una argamasa de las dos interpretaciones”…

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