Ante la saturación que enfrentan las casas de atención al migrante y la Plaza de la República, la alcaldesa Maki Esther Ortiz Dominguez ha solicitado una vez más el apoyo de autoridades federales para atender la llegada de extranjeros.
Al ser deportados desde Estados Unidos por Reynosa, deben esperar aquí una respuesta a su trámite.
Pero el municipio sólo puede llevar a cabo actividades vinculantes y de apoyo, que no modifican su condición migratoria.
“Nosotros estamos haciendo lo propio con esta comunidad, aunque es algo que le toca a las autoridades federales, por aquí los están enviando, esto aumenta los problemas que ya tenemos porque están llegando a las plazas, mientras tanto estamos llevando brigadas médicas, de vinculación e incluso se les ha ofrecido empleo”.
Consideró necesario que sean reubicados, y que así, las áreas verdes que los migrantes han invadido, se liberen y que sean utilizadas por la población local.
Ortiz Dominguez recordó que se han generado varías propuestas de lugares de refugio temporal, pero al estar fuera del polígono del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo, han sido rechazados.
Hasta las últimas cifras proporcionadas por el Instituto Tamaulipeco de Atención a los Migrantes (ITM), se indicó que todos los días llegan a Reynosa un promedio de 100 personas nuevas.
“Sabemos que están buscando una mejor calidad de vida y por eso, necesitamos que en su tiempo aquí puedan ocuparse, ser productivos, aquí tenemos empleo, e incluso se han buscado varios centros para ubicarlos”.
Se estima que hasta 2 mil migrantes hayan ocupado la Plaza de la República como refugio temporal, mientras que un promedio de 700 están en las casas de atención de la colonia Aquiles Serdán.
La mayoría de migrantes que llega a Reynosa en búsqueda de cumplir con el sueño americano provienen de Centroamérica.
“Sabemos qué hay familias, niños que también están en una situación crítica, definitivamente las autoridades federales deben revisar qué es lo qué pasa y ayudarles, nos están dejando toda la responsabilidad”, insistió Ortiz Dominguez.
Por lo pronto y ante la cercanía del nuevo ciclo escolar 2021-2022 se buscan estrategias para llevar las clases a las niñas, niños y adolescentes que están en los campamentos.
