Rivas olímpico, se llevó la plata
Apenas hace unos días Carmen Lilia reveló que fiscalizará al gobierno de Enrique Rivas; ayer el propio titular de la Unidad de Inteligencia Financiera publicó una foto con la alcaldesa electa, que sin duda fue una carta interesante que puso a pensar a los panistas.
Los gobiernos municipales de muchas administraciones han robado, aunque han dejado algo, pero la administración de Rivas que tuvo los presupuestos más grandes de la historia, 15 mil milloncitos en sus cinco años, no dejó nada relevante, siquiera para intentar justificar. Así de grande el descaro. Entonces, ¿se imagina la gran cantidad de anomalías que saldrán en la investigación?
Por donde vaya hay baches, socavones, calles a oscuras y en general un gran olvido de la ciudad, lo que solo evidencia el gran robo de Rivas, que no fue a las olimpiadas, pero sí se llevó la plata.
En la recta final de este oscuro episodio de la historia de Nuevo Laredo, titulado “el lustro de Rivas”, el Ayuntamiento está más sordo, ciego y mudo que nunca, pues ya ni se molestan en fingir que les interesa siquiera un poquito el bienestar de los neolaredenses.
Si sale un socavón, cuando mucho le ponen un poco de cinta naranja, pero se queda ahí solo viendo pasar el tiempo, sin que se haga el más mínimo arreglo.
Los contagios están a la orden del día, lo que siempre genera la conversación de la efectividad de las vacunas, pues tanto en México como Estados Unidos, cerca del 87% de las personas internadas no están vacunadas; esto no quiere decir que la vacuna es una cura garantizada, pero sí disminuye considerablemente las probabilidades de contraer el virus y en el caso de contagiarse, reduce también las posibilidades de que el Covid-19 se torne muy agresivo o mortal.
Lo que no hemos podido entender de manera colectiva, tanto quienes están vacunados como aquellos que no lo están, es que tenemos que mantener las medidas del uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos, distanciamiento social y todo lo que se ha dicho hasta el cansancio, pero que no se aplica.
Ahora la amenaza mundial es la nueva variante Delta a la par de una nueva ola de contagios, por lo que es importante que la gente se vacune. A este punto, tanto en las ciudades fronterizas como en todo territorio estadounidense, si alguien no se ha vacunado, es porque no ha querido; en Nuevo Laredo incluso han ido casa por casa con aquellos que por razones de salud no pudieron acudir a los módulos; hasta a los reos del penal se les inmunizó ya.