José Ángel Solorio Martínez
¿Cuál es el patrimonio de José Ramón Gómez Leal, delegado del gobierno de la IV T en Tamaulipas? No se le conoce oficio. Para efectos prácticos, aún vive con sus padres. (Aunque posee una principesca mansión el lado oriente de la ciudad). Se dice hotelero y rara vez, se ven usuarios por su establecimiento. Es propietario de un Gym de primer mundo, que poca gente usa debido a lo riesgoso que es estar en ese lugar. Se especula, que se le metió entre ceja y ceja –a fuerza de dólares– a la ex dirigente nacional de MORENA, Yeidckol Polevsky para que lo recomendara con Andrés Manuel López Obrador. La distinguida dama, vendió a JR con el futuro Presidente como un rostro nuevo y limpio de la política regional. Debió convencer al hoy Presidente, la excepcional campaña por la alcaldía desplegada por el recomendado: obtuvo casi 100 mil votos; sólo el monumental fraude de Maky Ortiz, pudo doblegar al hoy Delegado del lopezobradorismo en el estado –inverosímiles 150 mil votos de la Makyavélica, la llevaron a la alcaldía de la que no quiere salir–. (Se asegura, que costosos viajes a New York, maravillaron a Yeidckol que terminó seducida por el joven y millonario, JR). Hace unos días, el irrespetuoso de Santiago Nieto –titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)– anunció el congelamiento de las cuentas de JR y en un oficio que se hizo público, convoca al joven reynosense a una audiencia para que explique el inexplicable dinero que tiene acumulado en varias abultadas cuentas. Malo el asunto. Muy malo. Resulta, que los jóvenes maravilla –Makyito y JR– se dejaron sorprender por sus debilidades –fundamentalmente cleptómanas– y optaron por el camino delictuoso y no por el sendero potencialmente virtuoso de la política. Lamentable, porque los dos jovencitos, que coinciden en muchos de sus refinados gustos pequeñoburgueses, representaron en un momento, la viabilidad de ser la punta de la renovación de cierta clase política reynosense hedionda que apesta a lodo, guachicol, polvo maldito y yerba mala. Lo que pudo ser y no fue, se explica por esa vocación de la juniorcracia regional, que piensa que el poder político deviene del poder económico; y al revés: que el poder político, se debe transformar en poder económico. Ambos educados en escuelas gringas, e incorporados a la política en instancias cupulares, no vivieron lo que es la sociedad real y mucho menos sus problemáticas. Ambos, son lo más destacado de la fificracia local, aunque se esfuercen por vestirse de progresistas. Triste porque la parejita, quita impulso a la IV T en Tamaulipas. Uno, porque la UIF, no tizna ni mancha: aniquila. El otro: porque a tan temprana edad tomó el camino de la engañifa y la estafa. (El rancho de 15 millones que compró su mamá en cinco, para “reglárselo” es una pequeña muestra de lo que han hecho con el presupuesto de la ciudad él y su familia). Mucho ayudaría a la IV T tamaulipeca, que la UIF y su jefe, Santiago Nieto, informaran sobre los bienes –mal habidos– de esos dos chicos disfrazados de lopezobradoristas. Patético: como los Pingüinos, los lumpen-juniors, vienen dos en cada bolsita…
