Política

¿Una quinta desaparición de poderes?

Hoy el Congreso del Estado de Tamaulipas tendrá sesión ordinaria, según la fracción morenista es para nombrar al sustituto de García Cabeza de Vaca, mientras que los priistas dicen que es para dar aviso de la notificación de desafuero y los panistas no han dicho nada, de hecho en el orden del día no viene nada al respecto, aunque pueden tratar el tema en los “Asuntos Generales”.

La verdad es que a como han ocurrido las cosas y las posturas que ha tomado el Congreso tamaulipeco con mayoría panista, todo puede pasar mañana, así que hay al menos dos escenarios muy sencillos, el primero es que desistan de seguir defendiendo a García Cabeza de Vaca y simplemente nombren al sustituto.

El segundo y más tormentoso escenario es que sigan en su plan de querer “blindar” a García Cabeza de Vaca, obviamente más por instrucción que por convicción, pero al final es lo mismo; entonces la Federación procedería a la desaparición de poderes, que de hecho no sería la primera vez que ocurre en Tamaulipas, sería la quinta de hecho.

Algunos ciudadanos manifiestan algún temor ante el concepto de la desaparición de poderes, pero los únicos que deberían estar temerosos son los diputados que han votado a favor de intentar proteger a alguien acusado de crimen organizado, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal, todo a gran escala; pues cuando ha ocurrido, podría decirse que no pasó nada, a grandes rasgos, se sustituyeron y la vida siguió; que es justo lo que ocurriría de nuevo.

Tamaulipas ha visto la desaparición de poderes cuatro veces ya; la primera fue el 7 de mayo de 1918 con Luis Caballero, quien fue depuesto para designar a Andrés Osuna, pues en aquel entonces dos gobernadores y sus respectivos congresos estatales se atribuían legitimidad; aquella ocasión fue la primera experiencia de nuestro Estado en ese sentido, pero apenas la segunda vez que ocurría en todo el país.

En agosto de 1919 ocurrió de nuevo con Francisco González y un 14 de febrero de 1924 le tocó a César López de Lara, pues como gobernador constitucional se levantó en armas contra el gobierno federal y ahí lo tumbaron.

La cuarta fue el 9 de abril de 1947 con Hugo Pedro González, pues fue acusado -en calidad de gobernador- de solapar el asesinato de un periodista, entonces ¿iríamos por la quinta desaparición de poderes?, sin duda es una posibilidad latente.

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