Rivas dijo que llegó la hora de que continúen los buenos gobiernos, ¿como el suyo?, no gracias.
De hecho, tanto Carmen Lilia como Cristabell arrancaron sus campañas resaltando la mala gestión de Rivas, enumerando una gran cantidad de problemas derivados del olvido de su administración, como los baches por toda la ciudad, falta de alumbrado y tantas cosas que son tan básicas, pero que su gestión no resolvió.
Dicho lo anterior, uno de los mayores retos de Yahleel que incluso podría ser el factor decisivo para perder la elección, es cargar con la sombra de Rivas, que para colmo anda en algunos eventos con ella haciendo campaña.
Desde un principio pareciera que tanto ella como el resto de los candidatos azules lo han apestado, pues seguramente están conscientes de que traerlo a un lado no les va a hacer ganar votos, por eso la mayoría trata de no ser asociados con la imagen de Rivas, pues su percepción ciudadana es mala y los reclamos hacia él son demasiados.
Para colmo, Rivas busca la diputación local del primer distrito, justo donde se ubican las colonias más populosas y olvidadas por su gestión, algo que lo afecta no sólo a él, sino al resto de los candidatos de su partido; él es algo así como un ancla en el fondo que no dejará avanzar a ese barco.
Si la cuestionable gestión de Rivas no es suficiente, Yahleel tiene en su contra también la mala reputación del Gobernador panista, especialmente ahora que enfrenta un proceso de desafuero y que revivieron todos sus “grandes éxitos” como sus asociaciones delictuosas, recepción de sobornos millonarios y ese enriquecimiento ilícito de grandes proporciones que se exhibió recientemente, traducido en un gran catálogo de propiedades adquiridas durante su paso por la función pública y que no corresponden con sus ingresos comprobables.
Mientras tanto, Carmen Lilia y Cristabell han atacado fuertemente esos puntos débiles del PAN, partiendo de los señalamientos de tan graves problemáticas urbanas y ofreciendo hacer la “chamba” de regresarle a Nuevo Laredo eso que perdió en los últimos años.
Desde el primer minuto del lunes las redes sociales se inundaron con propaganda de los tantos candidatos que hay ahora, pues son 10 partidos y cada uno trae a una persona para la alcaldía, tres para diputaciones locales y una más para la diputación federal, en fin, son muchos los perfiles que buscan a darse a conocer, aunque siendo honestos, la verdadera pugna es sólo entre tres partidos, incluso si lo vemos de forma más fría, en realidad sería entre dos.
El PRI a pesar de estar en tercer lugar se encuentra por ahora muy lejos de Morena y el PAN, del resto de los partidos ni hablar, y aunque no se trata de minimizar a los institutos políticos de minoría, sí debemos entender que al estar tan cerrado el margen entre los dos punteros, votar por uno de los partidos “chiquitos” sería tirar a la basura el voto, pues algunos de esos ni siquiera juntan mil sufragios en una ciudad con más de 300 mil electores.
