Por: Mauricio Fernández Díaz
Su mayor aliado, el Gobernador y sus secuaces
Por cobardía o intereses, los panistas ven el derrumbe y esperan a que caiga para deslindarse y recoger los pedazos que queden del PAN
Los más recientes hechos jurídico-políticos sucedidos en Tamaulipas han sembrado el desconcierto y el caos en las filas del Partido Acción Nacional así como el temor que raya ya en el pánico de quienes ayudaron y solaparon al Gobernador Francisco “N” a realizar en éstos 5 años los delitos, atropellos, abusos y arbitrariedades cometidos contra una sociedad noble que creyó en ellos y recibió a cambio puñaladas con las manos amarradas cuando tanto el poder ejecutivo, legislativo y judicial se volvieron parte del andamiaje utilizado para golpear, saquear y reprimir al pueblo defendiendo no a las víctimas sino a sus agresores.
La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, con mayoría en las dos Cámaras hizo posible que hoy esa sociedad agraviada sienta júbilo y satisfacción al ver a sus verdugos contra las cuerdas, desesperados y maniatados por la justicia.
Esa sensación de frustración, de indefensión, de ser víctima de los poderes que deberían servirlos y protegerlos se ha vuelto sed de justicia y diríamos sin equivocarnos, de venganza.
Hasta los acérrimos defensores del Gobernador se mantienen ocultos ante la caída en desgracia de su adalid, protector y en muchos casos socio en sus negocios ilegales. No hayan -porque no la hay- manera de defenderlo con argumentos válidos por lo que se valen de la descalificación a priori, de la difamación y hasta de la intimidación según sea el caso para tratar de realizar un manejo de crisis que ha caído ya en el más espantoso ridículo al mandar a sus inexpertos bots que juegan en ligas menores para atacar a monstruos del periodismo como Carmen Aristegui.
Quizá lo más triste (Para el PAN y los verdaderos panistas) es que las expectativas y simpatías que tanto trabajo, esfuerzo y tiempo les tomó sembrar entre los tamaulipecos se hagan añicos y ahora son espectadores y actores involuntarios o voluntarios de como se voltea la sociedad en su contra por aceptar que una camarilla de sinvergüenzas se haya apoderado del partido olvidando su tradición de ética, trabajo, honestidad, democracia y credibilidad.
CAERÁ EN EL 2021 Y 2022 POR SOLAPAR Y APOYAR A UNA BANDA DE SAQUEADORES
La debacle del PAN no es percibida a cabalidad aun por sus integrantes y menos por sus dirigentes, quienes siguen confiados en que su líder Cabeza de Vaca habrá de salir bien librado del proceso de desafuero que se le sigue, lo que no deja de ser solo un buen deseo o dicho de otra manera, se aferran a un clavo ardiendo.
La estrategia jurídico-política de Morena es impecable; Primero tumbar la cabeza, sabiendo que el cuerpo caerá solo.
López Obrador goza de tanto prestigio en Tamaulipas que ya es prácticamente imposible pronosticar la derrota de los candidatos de Morena en la mayoría de las diputaciones federales y cuando menos en 5 de los principales municipios, que aportan mas del 70% de la votación en su conjunto.
El golpazo más reciente del cual no se recuperarán sucedió en Reynosa; Si bien los morenos ceden a la tentación -justificada y justificable- de impugnar la posible candidatura para la presidencia de Reynosa del hijo de Maki, perciben que más allá de los intereses políticos inmediatos se encuentra la gran estrategia implementada para ganar sin apuros y sobradamente la gubernatura el próximo año y en éste consolidar la fuerza de la 4ta avanzando en la toma de posiciones importantes.
Dicho de otra manera; Algunos analistas y políticos de Morena o del PAN se concentran en ver el árbol lo que les impide observar el bosque.
Ganar candidaturas para militantes de Morena puede ser muy justo, pero completamente ingenuo si éste no garantiza el triunfo.
Las prioridades del presidente y por lo tanto de sus operadores políticos en Tamaulipas son:
Ganar las diputaciones federales para continuar con la mayoría en la Cámara y poder terminar las reformas que requiere México.
Impedir que Cabeza de Vaca gane la mayoría en el Congreso para poder implementar en nuestro estado las estrategias que requiere la 4ta y Andrés Manuel López Obrador para seguir avanzando, entre ellas como prioridad de prioridades la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Ganar los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa, Ciudad Victoria y refrendar Ciudad Madero y Matamoros.
Sacar del Gobierno a Cabeza de Vaca y poner ante las leyes, “convencer” de apegarse a derecho o destituir por la vía legal a quienes puedan incidir ilegalmente en el proceso electoral.
Con esto, AMLO y la Morena quedarían en una posición insuperable. De hecho, lo están pero no se confían.
Cabeza de Vaca y quienes en el confiaron, lo ayudaron o solaparon, deberán cargar el muerto que ellos mataron o, cuando menos, le agarraron la pata.
