Política

IBERDROLA, ESPAÑA Y LA CFE, MEXICO

La última nevada en España, sumada a las restricciones de movilidad de la pandemia, provocaron una subida impresionante en el precio de la luz.

En algunos suburbios de Madrid (Cañada Real), la gente que no puede pagar ese servicio tuvo que hacer uso de muebles de madera para hacer fogatas en casa y no morir de hipotermia.

¿Cómo puede pasar esto en un país que produce más electricidad de la que puede consumir?

Al igual que en México, con la Comisión Federal de Electricidad, en España, durante el gobierno de Francisco Franco, se creó una empresa pública que se encargará de electrificar el país ibérico: Empresa Nacional de Electricidad (Endesa). A lo largo de todo el territorio construyó centrales eléctricas convirtiéndose en la mayor compañía del sector eléctrico de España.
Desde luego que la iniciativa privada española puso los ojos en Endesa.

En 1988, bajo el gobierno de Felipe González (Partido Socialista Obrero Español, PSOE) empezó la privatización de la compañía. Sería José María Aznar (Partido Popular, de derecha) quien terminaría de poner los últimos clavos al ataúd de la Endesa pública para ser convertida en una empresa privada.

En este período nace Iberdrola y Naturgy (1992) que, junto con Endesa, terminaron controlando el 90% del mercado eléctrico de España.

Desde entonces, los españoles no dejan de sufrir aumentos constantes en sus recibos de servicio eléctrico. Todavía en 2008, España tenía una de las tarifas más bajas de Europa (lugar 17). Hoy, es la más cara de la Comunidad Económica Europea y las graficas continúan subiendo.

Las empresas privadas españolas no solo obtienen enormes ganancias por el consumo eléctrico de los españoles. También manipulan los precios para obtener más ganancias. Y, en el colmo del cinismo y la desfachatez, reciben subvenciones que el gobierno español tolera, como el “pago por capacidad”, que es anexado como pago adicional en los recibos de los consumidores españoles que como incentivo a la industria privada (productores y grandes consumidores).

Con la conquista del mercado español, los ejecutivos de estas empresas -sobretodo, Iberdrola y Naturgy- tomaron sus maletines llenos de euros y dólares y se hicieron a la mar. Cruzaron el charco y llegaron a México.

Desde que bajaron del avión, sonrieron.
Los ojos les brillaron.
Habían llegado a la tierra de las oportunidades.
Una tierra con un gobierno corrupto, donde con unos cuantos billetes y promesas de puestos ejecutivos compraron subsecretarios, secretarios y, porque no, a los mismos Presidentes de la República.

Con Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo iniciaron acercamientos y se dieron los primeros pasos, pero fueron Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto con quien encontraron “a los verdaderos amigos mexicanos”.

Todos estos expresidentes fueron abandonando a la CFE.
La intención era desaparecerla y dejarla en manos de la iniciativa privada.

Entonces, nuestra “Empresa de clase mundial (Comisión Federal de Electricidad) pasó de producir toda la electricidad del país a solo un 54 por ciento.

Hoy, la deuda con esas empresas privadas es de 50 mil millones de dólares.
Ese fue el resultado de la transferencia de recursos públicos a las empresas privadas.
Ante esa situación, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica con el fin de revertir el daño hecho a la Comisión Federal de Electricidad y a las finanzas públicas de la nación “al despojar a los mexicanos de la riqueza petrolera y de la industria eléctrica nacional”.

¿Qué hubiese pasado si no gana las elecciones Andrés Manuel López Obrador?

¿Hubiésemos terminado de perder a la CFE? ¿Ustedes creen que otro Presidente hubiera puesto una Secretaria como Rocío Nahle que se faja las faldas para defender el sector energético?

¿En 10 años, o antes, los mexicanos hubiésemos sufrido lo que actualmente están sufriendo los españoles: recibos de la luz con cobros exorbitantes?

Es que, ¡neta!, sí estos datos no les indigna, no se que más se necesita para mandar (disculpe usted el exabrupto) a la chin ha da al PRIAN y, su enano de circo, el PRD.

Realmente, al escribir estas líneas, no puedo dejar de sentir enojo, asco y dolor de cabeza.

NOTA FINAL: Por cierto, la cantaleta que se traen con las energías verdes todos los medios y periodistas chayoteros tiene una razón: Iberdrola es la empresa generadora de electricidad eólica más grande del mundo. Ya se entenderá quien está pagando dicha campaña

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