Lo tuyo es tuyo… y lo mío es mío
El matrimonio por medio de separación de bienes está de moda, ya que actualmente las parejas prevén antes de firmar el acta asegurar que sus pertenencias seguirán siendo propias, incluso a raíz de cualquier divorcio.
En los últimos cinco años esta decisión de no mezclar las propiedades ha ido en aumento, teniendo las parejas la disposición de abordar este tema antes de casarse y que este no sea motivo para un rompimiento futuro.
La abogada Antonia Cuervo aseguró que “ha ido en aumento lo que son los casamientos por bienes separados, la gente está más alerta en las cuestiones económicas y no pretenden que de darse un rompimiento se vea mermado su patrimonio”.
Mediante este esquema de matrimonio lo que se adquiera durante este, cualquier bien de valor como coche, casa o propiedades, está a nombre de quien lo compra, el titular es la persona y no forma parte de la sociedad conyugal. Mientras que en la referencia de mancomunados lo que se compra en la sociedad conyugal es dividido en partes iguales.
Este esquema considera que el que compra puede decidir generar durante el matrimonio una copropiedad de determinado bien y de darse un rompimiento este sí deberá dividirse, e incluso regalar o poner a nombre de la pareja.
La actual pandemia de Covid-19 ha dejado un aumento considerable en los divorcios, de los cuales de cada seis separaciones cuatro se dan por bienes separados, lo que facilita el proceso al no haber disputas por propiedades o dinero, refirió la asesora legal de Cuervo & Abogados.
La misma ley contempla consideraciones para reclamar una pensión compensatoria del 50% de las propiedades si hubo ejercicio de violencia o durante el matrimonio alguno de los integrantes se dedicó expresamente al hogar.
Sin duda prever estas cuestiones antes de casarse es prioritario, porque si bien el juramento es para toda la vida nunca se sabe las condiciones que nos depara el futuro.