Migrantes africanos persisten en las calles
La falta de un lugar gratuito para dormir y comer en Reynosa mientras esperan que el gobierno de Estados Unidos revise su solicitud de asilo, ha orillado a cientos de migrantes africanos a buscar en las calles recurso para mantenerse, a fin de persistir en su lucha por el sueño americano.
Algunos aprovechan el color rojo de los semáforos para limpiar los parabrisas a cambio de unos pesos o de alimento, otros, recurren a portar carteles con frases como “Ayuda africano”, “Te necesitamos”, así como “Moneda, comida por favor”.
También realizan artesanías e idean formas para obtener trabajo temporal, incluso algunos han llevado sus curriculum a las tiendas donde se anuncian vacantes, pero debido a que no hablan español, sólo francés o inglés, les resulta complicado acceder a una fuente de ingresos fija.
LA TARDE ha evidenciado en diversas ocasiones como las cuotas de alquiler para un migrante en Reynosa superan los 4 mil pesos por un cuarto compartido, y hasta 8 mil por una pequeña vivienda en la que hay acceso a cocina, sala, u otros espacios.
Las colonias cercanas la zona centro y al Río Bravo, como Aquiles Serdán, se han popularizado por albergar a los migrantes.
LA LUCHA DIARIA
La comunidad africana en Reynosa representa actualmente más del 60 por ciento de los migrantes que han arribado desde el 2020, de acuerdo a datos del albergue Senda de Vida.
Las listas de espera a una solicitud de asilo para Estados Unidos se conforman de mil 200 migrantes, siendo el 40 por ciento restante de Haití, Cuba, Venezuela, El Salvador y otros países de Centroamérica.
Del total de la población migratoria, sólo 200 ha logrado tener un lugar en casas de albergue gratuito, y el resto, permanece en las calles.
Entre los motivos por lo que un migrante sale de su país, se ubica la violencia, amenazas, agresiones, cuestiones políticas, pobreza y antecedentes, por ello la mayoría prefiere estar aquí sobreviviendo al día.
LAS HISTORIAS
Malaika proveniente de El Congo, llegó a Reynosa en abril del 2020, con sus 2 hijos de 5 y 12 años, unos pocos días después de que Estados Unidos decidiera frenar las solicitudes de asilo bajo el argumento de la contingencia sanitaria.
En sus casi 11 meses, ha sobrevivido de donativos que les aportan consumidores de un supermercado en la colonia Anzaldúas y durante la noche, se refugia en unos cuartos de renta compartidos, cuya ubicación no quiso revelar, por temor a revisiones.
El Instituto Nacional de Migración (INM) se ha mantenido hermético con respecto a los migrantes en Reynosa, pero en las calles se evidencia que su capacidad para operar esta rebasada.
Airys también africano suma más 7 meses en la espera y por ello ha hecho del trabajo en los cruceros su principal fuente de ingresos.
SIGUEN LLEGANDO
Antes de la contingencia por el Covid-19, los migrantes que llegaban a Reynosa esperaban un promedio de entre 2 y 3 meses para obtener una respuesta a un trámite de asilo, pero en la actualidad, no existe un tiempo promedio, todos están en la incertidumbre de que se reactiven las revisiones.
Los directores de los albergues no pueden apoyarlos como anteriormente, al tener restricciones para operar entre el 25 y 50 por ciento de capacidad, conforme las fases de normalidad.
Pese a las condiciones, los migrantes de África y otras nacionalidades siguen llegando a los albergues, ayer, en menos de 20 minutos afuera de “Senda de Vida”, LA TARDE observó a 3 grupos.
AFRICANOS EN REYNOSA
Más del 60% de la comunidad migratoria:
Barreras:
Lenguaje.
Permisos.
Covid-19.
Restricciones en albergues.
Freno solicitudes.