Acuerdo de reparto de agua con EU; abasto asegurado a la frontera: AMLO
Alma E. Muñoz y Alonso Urrutia
Blanca Jimenéz Cisnero, directora general de la Comisión Nacional de Agua, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, hablan del acuerdo con Estados Unidos sobre reparto de agua binacional, en la conferencia del 22 de octubre de 2020. Foto Cuartoscuro
Ciudad de México. A tres días de que concluyera el plazo para cumplir con el Tratado Internacional de Aguas de 1944 con Estados Unidos, México alcanzó un acuerdo con ese país para saldar el adeudo de agua de presas internacionales para consumo humano y disponer de líquido por “razones humanitarias” en caso de emergencia o «sequía severa», informó hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la conferencia matutina, destacó que hay reserva para garantizar el agua a las ciudades fronterizas, tras cuestionar la actitud “poco responsable, politiquera” que asumieron las autoridades de Chihuahua para ir en contra del tratado.
Blanca Jiménez, directora de la Comisión Nacional de Aguas, afirmó que está asegurado el abasto de líquido al cien por ciento. “Ahorita para dos meses, pero llevando el agua de otras presas llegamos a seis meses, que es lo que recomiendan los estándares internacionales”. Sin embargo, señaló que aún con “pronóstico seco” se podría llegar hasta un año.
Roberto Velasco, director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) señaló que se conservó el volumen de agua en las presas internacionales por trasvases de otras presas como Las Vírgenes y El Granero, lo que permitirá cerrar el ciclo con Estados Unidos sin adeudo, pese a la postura política asumida por el gobernador de Chihuahua, Javier Corral.
Marcelo Ebrard, titular de la SRE, afirmó que con la firma ayer del acta 325 deja de estar en riesgo el suministro de agua para millones de personas en ciudades fronterizas y no se pone en riesgo el tratado ni que en negociaciones futuras México enfrente situaciones desventajosas.
Este tratado es uno de los “grandes logros de la diplomacia mexicano” dijo Ebrard. Afirmó que “puede ser una tentación electoral, pero de qué sirve si ponemos en entredicho el futuro del norte del país”.
Afortunadamente, afirmó, se llegó a un acuerdo, porque en el gobierno de la República no hay otro afán que garantizar el suministro, pensando igual que los mexicanos que negociaron el tratado entre 1929 y 1944·.
El presidente resaltó que fue muy favorable el acuerdo y agradeció al gobierno de Estados Unidos “por su comprensión y por su solidaridad; agradecer al presidente Donald Trump; al secretario de Estado, Mike Pompeo, porque tuvimos algunas dificultades para el cumplimiento de este acuerdo.
“Sin embargo, ellos entendieron la circunstancia especial de la entrega del agua, sobre todo por el conflicto en Chihuahua, por la actitud poco responsable de las autoridades de Chihuahua y de otros actores”.
Cuestionó que en lugar de utilizar el agua de la presa La Boquilla para saldar el adeudo que se tenía con aquel país, se permitiera que se evaporara “por la actitud intransigente y sobre todo politiquera, por utilizar este asunto con propósitos electores para favorecer a un partido y un candidato, porque viene las elecciones.
“Se ponen su sombrero, sus camisa vaqueras y botines y empiezan a encabezar movimientos, pensando que con eso la gente va a votar por ellos; se envolvieron en la bandera de la defensa del agua en contra del convenio que se tiene desde hace muchos años; apostaron a manipular a la gente”.
Subrayó que no se desatenderá al pueblo de Chihuahua, porque es muy claro que este asunto “no es el pueblo, son intereses creados y la politiquería”.