VIRAL

«Las malas», de Camila Sosa

La novela editada por Tusquets narra la historia de travestis que cada noche trabajan en el Parque Sarmiento de Buenos Aires

Para las travestis el cuerpo es un territorio que debe defenderse de todo lo que trata de robar vitalidad, es como una patria, como un país que debe defenderse de invasiones extranjeras”, señala en entrevista la autora Camila Sosa Villada (Argentina, 1982), a propósito de su reciente libro Las malas.
La novela editada por Tusquets narra la historia de travestis que cada noche trabajan en el Parque Sarmiento de Buenos Aires, ahí Camila y cada mujer que llega descubre una familia y un hogar que ha construido la Tía Encarna, quien adopta a un niño abandonado y quien tiene de novio a un veterano de guerra llamado el Hombre sin Cabeza.
—¿Cuándo alguien reconoce la responsabilidad de su cuerpo, se pierde el miedo?
—El hecho de saber que mi cuerpo era mi espacio de revolución, mi espacio de lucha y mi espacio de manifestación artística, me hizo perder el miedo, pero también es una responsabilidad que las demás personas lo reconozcan.
“Sólo las personas que tienen una íntima relación con sus cuerpos, porque han estado enfermos, han tenido que sobrevivir a un accidente o han escapado de las garras de la muerte más de una vez, pueden entender qué significa tener un cuerpo, alimentar un cuerpo y darle afecto a un cuerpo”.
—En el libro, el personaje Camila dice que con mentiras se construyó a sí misma…
—La mentira no era algo malo sino algo vital que servía para vivir, es algo que hacemos las travestis habitualmente ya que las personas viven una verdad a conveniencia, una verdad que es de su talle, de sus verdades familiares y de sus modos de vincularse con los demás.
“Cuando empecé a travestirme y salir a la calle vestida como mujer, les robaba ropa a mis compañeras de escuela, a mis tías o a mi madre, lo hacía para sobrevivir y la única manera que tenía era ésa. El rechazo no tiene que ver con la mentira sino con los asesinatos que los otros comenten sobre el cuerpo de las travestis.
—¿Qué significa para ti la noche?
—La experiencia que tengo respecto a la noche es de mucha libertad, es el horario permitido para que las travestis dejen sus cárceles y salgan a ganarse el pan. También es el horario permitido para que los clientes salgan a buscar travestis.
“La noche oficia un velo para algunas cosas. Cuando era joven era natural ver a las travestis de noche, me las encontraba en todos lados, en las esquinas, volviendo a sus casas o tomando café. En la noche las personas están durmiendo y dejándonos tranquilas”.
—¿Por qué decides abordar el tema de la maternidad?
—Escribí el libro sin haber reflexionado mucho. Cuando salíamos en Argentina a la calle para pedir por el aborte legal, seguro y gratuito, muchos carteles rezaban la frase: la maternidad será deseada o no será, y yo pensaba cuántas mujeres han sido excelentes madres sin haberlo deseado, como es el caso de la Tía Encarna, ella se encuentra con ese niño en la calle, en una zanja, y decide saber qué pasa con su vida. Entonces, más que la maternidad es seguir el azar.
—La discriminación y violencia hacia las travestis continúa ¿qué ha fallado en la sociedad?
—No sé cuáles son las fallas precisas. Pienso que el gran generador de  las inseguridades y los dolores es el patriarcado y el neoliberalismo porque sirven para tener cuerpos degradados.
“En Argentina, quizá en México sea similar, las travestis venimos repitiendo que queremos una ley de inclusión laboral trans, no estamos pidiendo que limosna, ni una ayuda del estado, pedimos que el estado nos dé trabajo porque ésa es la única manera de ver a las travestis en otra situación que no sea la prostitución.
“Es decir, que cuando mandes tu hijo a la escuela, la maestra de física sea una mujer trans o un varón trans; o cuando vayas al hospital, la enfermera que te cuida sea travesti. El problema es que no nos ven en actividades diversas para que las mentes cambien por sí solas y sin la necesidad de hacer presión política como lo estamos haciendo”.
—¿Las diversas formas del amor son un refugio para ti?
—El amor es un afecto que hace que las personas se muevan, se pongan a coger, se den besos, bailen, coman rico, discutan sobre arte, vayan al cine o cocinen. Pero también es un afecto muy solitario, cada vez que llegamos con un amor a otra persona, llegamos solas.
“Existen miles de millones de formas de querer, pero es algo tan inaprensible e inentendible que afecta tu respiración como si fuera un miedo. Prefiero hablar de un deseo, de afectos y alianzas porque el amor está capturado por las religiones, por la new age”.

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