«Muerte de mi hijo no fue un accidente»
Nuevo Laredo, Tamps.-“Herida producida por proyectil de arma de fuego penetrante [contra] el cráneo a uno y/o tres metros de distancia”.
Esta es la causa de muerte de Damián Genevez Tercero en el acta de defunción con folio A 281929132 en el estado de Tamaulipas, del cual EL UNIVERSAL posee copia. Damián desapareció el 24 de junio en Nuevo Laredo, la ciudad fronteriza de esta entidad, y apareció muerto la madrugada del 3 de julio y presentado ante las autoridades como presunto delincuente.
Damián estaba secuestrado, atado de pies y manos, como también lo estaban Arturo Garza y Ángel Núñez, en la caja de una camioneta tipo Pick Up color plateado, que recibió 243 disparos de elementos del Ejército Mexicano. Tenían 18, 19 y 25 años de edad, respectivamente.
El primero acababa de conseguir trabajo en un autolavado y tenía apenas seis meses viviendo en la ciudad; el segundo era estudiante universitario, y el tercero era ayudante de mecánico. Desaparecieron el 24, 27 y 30 de junio en la ciudad fronteriza y, sí, también a los tres los buscaron sus familiares caminando por las calles y los encontraron en las fotos difundidas en redes sociales como presuntos delincuentes abatidos en un enfrentamiento con efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Así como Damián, Arturo murió por una herida producida por un proyectil disparado por arma de alto calibre de uno a tres metros como consta en su acta de defunción. La causa de muerte de Damián y de Arturo son similares a la de Ángel, quien, de acuerdo con su acta de fallecimiento, la causa fue “por herida producida por proyectil disparado por arma de fuego penetrante a tórax” (súbito), se lee en el documento.
En un video revelado por el Gran Diario de México el pasado lunes 24, se ve el desenlace del enfrentamiento entre el Ejército y un grupo de presuntos delincuentes. En esa misma caja donde viajaban los tres jóvenes se observa que una persona se mueve. Los soldados gritan: “¡Está vivo!”, y uno de los militares le responde: “¡Mátalo, a la verga!”.
El saldo de este hecho fue 12 civiles muertos, tres camionetas de la Sedena impactadas por 23 disparos en total y dos camionetas de presuntos delincuentes que huyeron, como consta en las declaraciones de los soldados ante el Ministerio Público (MP) a las pocas horas del suceso.