Cabeza-AMLO: ¿llegó la hora de negociar?
Fernando Acuña
Al abrir este tema al escrutinio de la opinión pública, la primera pregunta que se impone es: ¿Llego la hora de negociar en el enfrentamiento político que sostienen actualmente el mandatario estatal tamaulipeco y el gobierno de la república, liderado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador?
Y después de esta interrogante, la duda en automático, es: ¿De que dimensión llegarían a ser estas negociaciones, y que posiciones en el futuro inmediato estarían en juego?
Este fin de semana, hasta este espacio de opinión llegaron versiones no confirmadas, en el sentido de que el ejecutivo estatal, Cabeza de Vaca estaría buscando puentes de negociación con el Presidente AMLO.
Al margen de apasionamientos y de visiones parciales, ¿a quien creen ustedes que le conviene más la negociación? Sobre todo en la antesala de las advertencias obradoristas de hacer públicos los famosos videos de los moches.
¿Se resistirá aun en estas condiciones el gobierno estatal a llegar a pactar, una especie de tregua con el obradorismo? ¿Y si negocian, que posiciones estarían en juego? ¿El próximo Congreso local en 2021? ¿La gubernatura en el 2022?
Sobre éste punto, al parecer el gabinete cabecista luce dividido, pues mientras que hay un grupo que se inclina por el diálogo, existen también aquellos que, le festejan su coraje, su valor, y su fama de político duro, inflexible y echado hacia adelante, sin asomo de disponibilidad para suavizar posturas. Al parecer, el grupo de los duros, es el que hasta ahora, ha impuesto sus posiciones.
A la luz de los hechos resulta útil valorar las fortalezas y las debilidades de cada uno de los dos actores políticos, en el marco de los factores preponderantes: el primero es el humor social o la percepción ciudadana, hacia los problemas que mayormente los agobian, y en que proporción reparten las culpas de situaciones como la economía, la pandemia, la inseguridad y el desempleo.
Por ahora, de acuerdo a lo que se observa en las encuestas nacionales, llevadas a cabo por empresas de reconocido prestigio, el ejecutivo estatal, está resultando desgastado en su enfrentamiento con el Presidente. Si bien es cierto que todavía firmas como Mitofsky mantienen a CV a la mitad de la tabla, y sin bajar de los 40 puntos porcentuales, de aceptación, también es verdad que, existe una tendencia a la baja. De 45.9 en el mes anterior, a 43.6 en el mes actual. En términos de desacuerdo social, hablamos de miles de personas.
Pero la anterior es la mejor cara, del asunto, porque la empresa México Elige, acaba de publicar sus evaluaciones sobre el Presidente y los gobernadores, y los resultados, son de preocuparse para el panismo-cabecismo en la entidad.
Primero, en lo que se refiere a la calificación y nivel de aprobación de la gestión de AMLO en nuestra entidad, empatado con Sonora y a solo una milésima porcentual de Veracruz, Tamaulipas se encuentra ranqueado nada menos que entre los diez estados que le conceden, un más alto nivel de aprobación al Presidente López Obrador.
O sea, existe en tierra tamaulipeca, y creo que entre las principales ciudades del norte, centro y sur, una opinión ciudadana, muy favorable al Presidente. Traducido a datos duros y contundentes, Andrés Manuel trae un rango de 65 .8 de respaldo social, lo cual si se midiese en términos de apoyo electoral, es bastante alto.
¿Cuál es la lectura de todo esto? En primer lugar que, toda la serie de acciones trazadas por el panismo tamaulipeco, encaminadas a desprestigiar y debilitar al Presidente, ante la población tamaulipeca, han tenido un efecto boomerang, es decir se han revertido en contra de sus autores.
Estamos hablando de una sumatoria, donde caben igual bloqueos carreteros, espectaculares contra AMLO, declaraciones, exigencias de renuncia contra López Gatell, y todo lo que se le pueda agregar, al menos en el lenguaje de las encuestas, han resultado contraproducentes.
Dejamos para el final, un dato preocupante, relacionado con la medición de la empresa México Elige, en torno al trabajo de los gobernadores. Tamaulipas se encuentra entre los cinco últimos lugares. El lector puede sacar sus propias conclusiones. Algunos pueden decir que están cuchareadas, o lo que usted guste y mande, pero esa es la fotografía que están dando a conocer.
Obviamente, se trata solamente de sondeos, lo cual no tiene nada que ver con el intenso trabajo de territorio que trae el cabecismo en las principales urbes tamaulipecas. Nuestros respetos, porque traen la estructura del voto panista, bien afinado. Y en contraste, Morena no tiene esa estructura, y sí sigue padeciendo de sus crudas pugnas internas.
Llegados a este punto, se impone enumerar, las debilidades y las fortalezas de cada uno de los contendientes: el gobierno cabecista, se dice que está padeciendo por falta de presupuesto. Al menos aquí en la capital han empezado a llover reclamos de los proveedores, a tal grado que la CANACO local, acaba de hacer declaraciones tronantes.
Morena , por su parte, sigue apostándole a la popularidad del Presidente, la figura central del morenismo, que, como ocurrió en el 2018, se pretende que jale buena parte de los votos. Aunque, de manera adicional, los morenistas están obligados a postular candidatos con mucha aceptación y respaldo ciudadano. Las debilidades de Morena, son sus pugnas internas, y la carencia de un liderazgo unificador, lo cual provoca que se caiga en una batalla campal de tribus, al viejo estilo perredista.
Bajo todo este cúmulo de factores, que conforman el contexto del diferendo AMLO-Cabeza, cree usted que habrá negociación? O empeorará el asunto? Esperemos que se imponga la cordura.