Política

Cabeza de Vaca: Con la lengua larga ¿y la cola corta?


Por Oscar Díaz Salazar

Con una carta abierta, dirigida al Subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, el gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca, da un primer paso en una estrategia política que puede representar su boleto para ser candidato a la presidencia de la república. En el plan de construir una candidatura con acciones contestatarias, con actitudes rijosas y beligerantes en contra del gobierno federal, Cabeza de Vaca puede aglutinar a la runfla de gobernadores panistas que hoy se encuentran sin guía, sin un líder que los encabece, sin un valiente que haga punta y se atreva a disentir públicamente con un presidente que aún conserva un fuerte apoyo popular.

No es casualidad que las hostilidades del gobernador Cabeza se estrenen con una misiva dirigida al Subsecretario Alejandro Encinas, pues fue este funcionario federal quien, sin avisar a las autoridades locales, ha venido en varias ocasiones a Tamaulipas para exhibir las miles de muertes que las autoridades se han empeñado en esconder, aunque ahí permanezcan los restos humanos en las múltiples fosas y cementerios clandestinos diseminados por toda le geografía tamaulipeca.

La posibilidad de erigirse como abanderado del panismo nacional en la sucesión de AMLO, para el gobernador de Tamaulipas, puede tener soporte en la estrategia de erigirse como el dichoso contrapeso o figura opositora, que con urgencia y desesperación buscan los emisarios del pasado, los políticos de derecha, los empresarios que perdieron privilegios, y, porque no decirlo, los ciudadanos que legitima y honestamente creen que no son apropiadas las medidas adoptadas o en vías de implementarse por el gobierno autodenominado de la Cuarta Transformación.

El asunto y el «pero» que va a encontrar Cabeza de Vaca para asumir el liderazgo anti AMLO, es que se requiere tener la cola corta para utilizar la lengua larga, como consigna el dicho popular, y el gobierno de Cabeza no ha sido muy efectivo que digamos, y mucho menos un dechado de virtud y honestidad.

El ejemplo más reciente de los malos manejos en la administración estatal, lo tenemos en la renuncia del ex titular del Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa (ITIFE) German Pacheco, en medio de reproches y acusaciones mutuas de corrupción, ventiladas en boletines oficiales y filtraciones de conversaciones en redes sociales. Esto luego de una auditoría del gobierno federal que generó trascendidos de faltantes millonarios en las cuentas de la dependencia y trafiques con las asignaciones y licitaciones de obra pública.

¿Aguantaran auditorías federales el resto de las oficinas que dependen del gobierno de Tamaulipas? ¿Será el gobernador Cabeza de Vaca como esas aves que cruzan el pantano sin mancharse? ¿Le darán pronto su dosis de estate quieto?

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