Jugosas concesiones, gestiones, despojo de tierras a pobladores y recursos naturales desde Salinas hasta Peña Nieto, son la base de uno de los desarrollos turísticos más lujosos del mundo.
Regeneración, 16 de julio de 2020. El Fideicomiso Bahía de Banderas se formó entre los años 70 y 80 con los desarrollos de Punta Mita, Litibú y Costa Canuva que representa el 3% del territorio nayarita, es decir 700 hectáreas y 14 kilómetros de litoral. Todo privado.
A través de distintos mecanismos de venta, ya fuera por fideicomiso, por notificación y por venta controlada; la privatización de estos destinos fue procurada desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari hasta el sexenio de Enrique Peña Nieto para convertirlos en paraísos exclusivos de jet setters, personajes políticos y artistas.
Este jueves, el portal EMEEQUIS, presenta un reportaje en el que explica cómo, a través de control de protestas sociales, gasto en carreteras e infraestructura eléctrica y recursos legales, convirtió estos destinos turísticos en grandes cotos políticos, exclusivos para el poder económico.
Una de las herencias de Peña Nieto para preservar el ambicioso proyecto fue extender hasta 2030 las concesiones ambientales a Grupo Desc del empresario Fernando Senderos, para impedir el acceso público a las playas de Punta Mita; quien a su vez formó parte del Consejo Mexiquense de Infraestructura del sexenio priísta.
El costo social
Es enorme pues, de acuerdo con las investigaciones que incluye el análisis de documentos notariales, contratos públicos, gestiones corporativas, así como manifestaciones de costo ambiental, se desatendieron las indemnizaciones prometidas a los habitantes de la zona. Asimismo, hay registro de numerosos amparos en contra de las obras y por despojos de inmuebles y suministro de agua.
Asimismo, Corral del Risco, pueblo indígena, se interpuso entre el proyecto de privatización de playas desde el sexenio salinista. Se trataba de 500 familias de pescadores que se oponían a ser reubicados, y cuyos lideres fueron ignorados y otros encarcelados. Esto significó el despojo y el abandono de un pueblo originario que quedó relegado a un fraccionamiento sin salida al mar llamado incluso “Nuevo Corral del Risco”.
Solo para la minoría
El costo de los terrenos del imperio turístico oscila entre 700 mil y los 16 millones de dólares y hasta ahora hay más de mil propiedades vendidas. Tan solo una noche en el hotel St. Regis de Punta Mita puede costar 2 mil 500 dólares, el equivalente a 56 mil pesos.
Son solo personas con alto poder adquisitivo, políticos y empresarios que lo construyeron quienes tienen acceso al paraíso Nayarita. Litoral, mar cristalino, paradisíacas playas, avistamiento de la fauna local, privacidad y confort, fue el destino vacacional de la familia presidencial el sexenio anterior. Asimismo, ha sido visitado por Bill Gates, Robert De Niro, Gwyneth Paltrow, Justin Bieber, Paris Hilton, Al-Saadi el Gadafi, Lasy Gaga y más.
Desprivatización: Misión de la Cuarta Transformación
“Por mandato constitucional en México no existen playas privadas, por lo que estos espacios públicos son para el disfrute de todos los mexicanos. La ley es muy clara al respecto, y hay que cumplirla sin excepciones”, expresó recientemente el actual secretario de Turismo Miguel Torruco.
Asimismo, hacia final de 2019 se revocó la primera concesión para permitir el acceso público a las playas de Punta Mita.